No me puedo resistir a Balenciaga. No puedo, aunque lo intente. Las últimas tres colecciones no me han gustado al nivel de las demás. Sí son buenas pero algo les falta. Aún así, no me importa y las sigo viendo. Hasta que la casa dé todo lo que tenga que dar me dejará de gustar y aún falta para que eso suceda. Obviamente nadie puede estar en la cima durante toda la vida. Usualmente triunfan una temporada. Es una ley de la moda.
A todos los diseñadores icónicos del siglo XX les ha pasado. A los dos más grandes, Chanel y Balenciaga, les pasó también. Cuando Chanel regresó, a mediados de los 50, las críticas de su primer desfile de moda en quince años fueron apabullantes: la llamaban anticuada y la instaban a retirarse definitivamente.
Balenciaga siguió manteniendo clientes y siendo respetado pero después de un cierto tiempo, cuando todos hacían lo que él había hecho (por lo menos) diez años antes, la moda perdió el sentido para él y se fue. En diez años sólo algunos (discípulos y nostálgicos de sus creaciones) lo recordaban.
Ya saben que así eran las cosas hasta 1997. Josephus Thimister dirigió Balenciaga unos años y arrancó buenas críticas pero la marca no despegó y se dedicaba a dar licencias para zapatos de cuestionable calidad que se vendían en tiendas sórdidas y para uniformes en Japón. Leí en algún sitio de internet que terminaron echándolo por escoger la música incorrecta en su último desfile. Y prácticamente nadie lo recuerda.
Cuando llegó Nicolas Ghesquière a la casa, él diseñaba la ropa de licencias. Creo que eso le dio una visión muy aterrizada de la moda: las colecciones de Balenciaga son en ocasiones difíciles pero por lo menos una prenda puede llevarse a la calle sin problemas, porque las exigencias de la ropa de licencias (se tiene que vender a como dé lugar para asegurar la supervivencia de la empresa). Y con una idea muy específica de la forma que nunca cambia pero ofrece algo nuevo siendo a la vez homenaje a Balenciaga y creación de Ghesquière.
Esto es tremendamente difícil de lograr, chicos. Es un equilibrio que en cualquier momento se pierde: o se vuelve una copia de modelos anteriores (como el Halston de ahora) o una cosa muy diferente a lo que solía ser (como el Dior de John Galliano, quien lleva exactamente el mismo tiempo que Nicolas Ghesquière dirigiendo otra casa de moda).
La colección de este otoño, a pesar de que no me fascina como las otras.
Yo creo que quizá mi percepción favorece mucho el otro lugar donde se presentaban los desfiles. El Hotel de Crillon es muy hermoso pero siento que se lleva un poco mal con la propuesta de Balenciaga y saca de contexto a las colecciones, en vez de adaptarse a ellas, como lo hacía el otro espacio. Pero esta vez es un poco diferente.
Sí, me queda la idea de que he visto esto antes en el mismo desfile y en alguna otra temporada, pero sigue pareciéndome interesante. Los abrigos del principio parecen repetirse, pero sus estructuras y materiales, al observarlos de cerca, cambian y el desfile se vuelve una evolución de una silueta hacia otra, sin cortes.
Cuando vi la decoración y algunos vestidos, con esa luz tan fuerte pero cómoda de los LEDs, algo llamó mi atención pero no supe qué fue. Tuve que pedir ayuda para encontrar lo que me estaba perturbando (en el buen sentido de la palabra) porque no lo averiguaba.
ERA LA DECORACIÓN. Pueden verla, por sí sola en los primeros segundos del video al final del post.
Lectores cinéfilos... ¿no se les hace conocida?
Creo que Cristóbal Balenciaga y Nicolas Ghesquière están obsesionados con el futuro y por eso sus dos estilos se han llevado tan bien. Balenciaga creaba formas muy distintas a las que estaban de moda y Ghesquière quiere que su firma venda pero trata de explorar esos límites comerciales con una estructura muy definida.
Creo también que le gusta combinar materiales. No es la primera vez que usa plásticos ni cuero cortado con láser. Pero los aborda de una forma diferente y eso los hace tan refrescantes.
Los diseños del final se vuelven cada vez más complicados.Me decía un amigo: "los conjuntos del final me recuerdan a los montículos de basura afuera del Wal Mart, en la nieve. Basura arremolinada" (vive en Canadá, donde casi siempre está nevando). Y tiene algo de coherencia, pero es que un montón de basura en la calle puede dinamitar la creatividad de alguien lo suficientemente despierto. Incluso la basura es arte ahora.
Y al último, en ese sector de "la basura", con todo y la música, no pude sino pensar en una editorial de Steven Meisel para Vogue Italia sobre unas monjas muy piradas que aman a los robots:
El Balenciaga de Ghesquière SIEMPRE ha sido el futuro. Hasta cuando es retro tiene una silueta estilo "utopía futurista". ¿Y qué pasaría si, dentro de veinte años la silueta que propone Ghesquière se pusiera de moda? Sí, es cierto, los abrigos del principio se parecen a los de los años 60 en la forma pero no en el material. Y en los sesenta nunca se imaginaron que íbamos a terminar recurriendo a todo el siglo XX para que nos diera inspiración. Puede ser que en el futuro suceda lo mismo.
Formas complicadas, materiales con apariencia plástica, encajes cortados en láser... las referencias al futuro y a los temas que todos aman discutir (la basura reciclada, la contaminación, el calentamiento global) resumidos sin ser demasiado obvios. ¿Se dan cuenta cómo la moda no se puede separar de los temas más discutidos? Y esto es porque los utiliza como inspiración para un discurso.
6 comentarios:
Me gusta Balenciaga, pero siempre se me hace muy complicado que me guste, es decir, veo su colección y digo, está fea, está rara, está todo. Después digo, ¡Ah, que cosas! Sin duda despierta curiosidad, y el que Cristóbal hasta donde se sólo se haya dedicado a hacer Alta Costura le da a Nicolas una holgura lo suficientemente amplia para sus colecciones Prêt-à-Porter. Por eso Para mi no hay puntos de referencia, como sucede con Christian Dior y Galliano.
Saludos!
Yo a estas alturas no tengo nada más que decir de Ghesquière. Me fascina. Y es el único que hace que mi piel se erice, y eso es magia, y eso es moda. Y hay que analizar mucho sus desfiles, como bien has hehco en el post para entender todo el contexto, la decoración de la sala, el maquillaje de las modelos, los zapatos, todo será tendencia. Si ves sus desfiles de 2005, por ejemplo, encontrarás muchas claves del año 2010.
las siluetas de los primeros abrigos y los zapatos me distrajeron un poco, no se pero sentia que era muy incomodo caminar en ellos jeje, pero a partir de la mitad del desfile me fueron gustando mas y mas/
una coleccion complicada pero interesante
Adoro tu blog. Cuántos sabores a degustar! Pero por encima de todo me puede ese lenguaje decoroso con que como buen "runwayer" haces de la moda un expresión artística. Adieu.
pues yo siempre e dicho que no se mucho de esto peri si me gusto y si los zapatos se ven muy incomodos pero me gustaria tener unos, no me importaria llevarlos tooodo el dia a todos lados hehe y me dio muhca risa la comparacion de la nieve con la chaqueta por que es verdad hehe
un besote!!!
tu blog es genial, lei casi todo, no puedo parar.
muuy bueno. en serio.
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