Tengo que admitirlo: soy preguntón desde que empecé a usar el lenguaje. Era de esos niños a los que todo le daba curiosidad y siempre le llamaba la atención algo de los lugares que visitaba. Para mis maestros era un gran problema porque a veces no sabían que responder y terminaban desesperándose. Pero algunos años después me resultó muy útil para lo que estudié.
Como pueden notar en el blog, me encanta entrevistar. Me encanta tener una charla con alguien y que me cuente algo nuevo o interesante. Hasta ahora he tenido la fortuna de que mis entrevistados me cuenten aunque sea una sola cosa de ese tipo. Sinceramente, cuando entrevisto no soy fastidioso ni insolente. No me gusta y creo que no es mi estilo. Por eso prefiero preguntar lo mismo de otra forma. ¿Por qué no?
Pero ayer, mientras esperaba a que llegara Nina García, no sabía qué preguntar. Había seguido sus posts en Tumblr, leído sus tweets y hojeado algunas Marie Claire pero no se me había ocurrido nada. Estaba en blanco, como en los estados zen.
Antes de continuar con la anécdota, es necesario decir que Nina vino para apoyar Help Through Fashion, una iniciativa que ofrece tarjetas de prepago (de 500 y 1000 pesos) para comprar en algunos establecimientos, los cuales donarán sus ganancias a diversas instituciones mexicanas. La edición mexicana de InStyle contribuyó a la idea y trajo a Nina a México.
Entonces, estaba sentado junto a Juan P, haciendo lo posible por disimular mis nervios y repasando lo que sabía de sus inicios como asistente en el Perry Ellis de Marc Jacobs y su paso en las revistas como Mirabella, Elle y finalmente Marie Claire, su papel como jurado en Project Runway... ¿Qué le podía preguntar?
Decidí empezar con Mirabella. Esta revista había sido creada por la editora de Vogue que sustituyó a Diana Vreeland y a su vez fue sustituida por Anna Wintour en 1988. Era de un corte feminista, con una buena propuesta en moda y estilo de vida pero, por alguna razón, no sobrevivió al milenio.
Después de que formulé la primera, todo mejoró. Aquí les dejo las tres preguntas que pude hacerle a Nina García. Espero que les gusten.
¿Cómo podría describir a Grace Mirabella y su experiencia en la revista?
Grace es una persona con mucha clase. El trabajo en Mirabella me gustó, tenía mucho estilo. Grace fue editora en jefe de Vogue, pero por desgracia fue despedida y se enteró de eso prácticamente por su marido. Es algo que sucede mucho en las revistas.
¿Qué tendencia ha abrazado en su momento y odiado un par de temporadas después?
Ay... muchas. Las hombreras, las minifaldas, las cosas de los 80... pero creo que la moda es para disfrutarla. Es para divertirse. Cambia, pero lo hace como las vidas de las mujeres. Es un lenguaje y está para acompañar a las mujeres en todas sus etapas.
¿Cuándo fue la primera vez que vio a Marc Jacobs?
Fue en Perry Ellis. Yo entonces era una asistente y él estaba a cargo de la firma. No convivimos mucho pero la primera vez recuerdo que entró al showroom con uno de los Rolling Stones, y todos estábamos diciendo: WOW! (risas). Marc siempre ha tenido esa parte de rockstar y, bueno, ves al rockstar entrar con otro rockstar (risas). Después nos conocimos, es muy buena persona.
Aunque, sinceramente, la lección más valiosa vino de una pregunta de alguien más.
¿Cómo era ser Latina en la moda?
Yo me sentía diferente porque tenía otro tipo de conocimientos. Pero yo me sentía privilegiada. Nunca hay que sentirse limitado por ser Latino.
Me quedo con esa última respuesta.
Y también me quedo con esta nota dedicada para mí,
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