¿Por qué no… te envuelves en una capa transparente?

Anoche fui a una fiesta y, además de los tragos, el baile y el cotilleo habitual me vi muy sorprendido por el atuendo de una amiga (@xempasuchitl). Llevaba un minivestido negro con sandalias pero lo más sorprendente era una capa de chifón que cubría el vestido y llegaba hasta el suelo. Un estilo sencillo y muy impactante. Como estábamos al aire libre, el viento se hacía presente y agitaba la capa, dándole volumen al atuendo. Para mí fue la mejor vestida de la fiesta.

(El look era muy diferente a éste pero tienen la misma idea)

Las fiestas de hoy están tan llenas de pantalones, des-vestidos y demás atuendos olvidables. ¿Por qué no aparecerse con algo etéreo y lleno de misterio, algo que haga preguntarse a los asistentes de dónde salió esa persona que se ve espectacular?

(Marc Jacobs, resort 2008)

Pueden darse una idea del efecto en los demás al ver esta escena de La Novia Vestida de Negro, de François Truffaut. No se preocupen, no hay spoilers, ignoren el diálogo (pero busquen esa película).

El look de anoche me recordó a los vestidos de noche de Coco Chanel: elegantes y sencillos pero nunca aburridos. El color puede verse severo pero todo depende del porte.

(Una versión actualizada de Chanel, con misterio incluido)

Ese atuendo es fácil de imitar. Sólo necesitan un par de metros de chifón o tul y una costurera con algo de experiencia. Si tienen nociones de costura lo pueden hacer ustedes mismas sin problemas. Incluso pueden adaptarlo a su gusto y ceñir la capa con un cinturón, justo como este vestido de Donna Karan.

Buscando imágenes que tuvieran una coherencia con mi post encontré el Lookbook de esta chica y escogí esa foto para abrir este post. Creo que el estilo va perfectamente con la idea que les estoy proponiendo.

En un mundo en el que aún está de moda ir enseñando demasiada piel, un poco de misterio no viene nada mal.

“Doesn’t matter if it is raining, won’t you walk me through it all?”

Los dos grandes amores en mi vida como fan de la moda se llaman Cristóbal Balenciaga y Nicolas Ghesquière. No sé si les pasó a los demás pero sus diseños me hicieron ver la moda como algo muy diferente, porque en un Balenciaga (original) importa lo mismo la estructura que la apariencia final. Es decir, es una combinación entre adentro y afuera.

Gracias a la obra de Balenciaga comprendí que la perfección existe y puede volverse atemporal. También asimilé de otra forma un uso primario de la ropa: protección. Piensen en las formas de un abrigo, ¿no se asemejan a un caparazón? Sí, es cierto, el bouclé de lana y los satines protegen del frío y la desnudez pero si don Cristóbal los trabajaba también protegían del ridículo y la incomodidad.

Por alguna razón decía Diana Vreeland que, usando un Balenciaga, ninguna otra mujer existía en una habitación. Sabemos que es muy fácil saturar de drapeados, adornos y colores una prenda pero con la simplicidad se atrae mayor atención a los detalles. Si éstos no eran perfectos, Balenciaga mandaba destruir la prenda. Podemos novelizar este hecho agregando que las rasgaba con sus propias manos. Le da más drama a nuestra historia.

Creo que jamás les he contado cómo llegué yo a Balenciaga. No es que haya nacido fan de Cristóbal y me hubiera vestido de Ghesquière para mi graduación (a decir verdad, asistí a mi última graduación cuando salí de la escuela primaria y eso no cuenta). Esa historia tiene que ver con la información y con unas sandalias de strass.

Hace casi 6 años trabajaba los domingos y con me gastaba ese minisueldo en aguas Evian, ejemplares de Vanity Fair y llegaba a las fiestas con botellas de mezcla para preparar Margaritas. Ya saben, uno tiene 18 años, todo se le hace fácil, gasta a manos llenas en estupideces y se arrepiente después.

El punto es que en la edición de octubre o noviembre de Vanity Fair venía algún estilismo aburrido con las sandalias más hermosas que había visto hacia ese momento. Un par de sandalias Balenciaga, de raso negro y con cintas de strass en el tobillo. Un diseño de Pierre Hardy, a quien conocí mucho después. Eran otros tiempos, chicos. Louboutin aún no era el fenómeno masivo de ahora (guiño hacia los que creen que seis años son una eternidad).

Vi otras prendas de esa colección (otoño 2005) y quedé encantado. Luego me regalaron una revista española con un contenido totalmente olvidable. Sólo recuerdo una frase de portada: "Cómo son nuestras pijas". Todo lo demás, salvo la frase y un artículo con vestidos originales de Balenciaga, se borró de mi mente. La marca entró tímidamente en mi esfera de intereses y, a partir del otoño de 2006 se convirtió en mi favorita de toda la vida.

El amor no siempre es regular y por mucho que amemos a algo o a alguien tendremos altibajos. Creo que eso pasa con las parejas con mucho tiempo de casadas (o comprometidas): el ver al objeto de su afecto a cada rato agria su pasión, se vuelven más intolerantes a los errores del otro y cuando la indiferencia se apodera de ambos puede que estemos ante el final.

Confieso que ya me ha sucedido algo similar con otros diseñadores. Del amor pasé a la indiferencia y luego se volvieron un incordio para mí. Y confieso que mi marca favorita, la que se ganó mi atención con unas sandalias de strass y mi corazón en el otoño del 2006, estaba enfrentándose contra mi indiferencia. Sus últimas colecciones (resort y prefall incluidas) no movieron algo muy fuerte en mi y a pesar de que hice una entrada sobre su última colección de otoño (en la que abrigos, accesorios y zapatos tuvieron una buena acogida de mi parte), ya había pasado un cierto tiempo sin que Balenciaga hubiera tocado mi corazón.

Creo que tiene que ver con el cambio de sede. Lo interpreté como etapas. Si siguen a la marca pueden recordar que a partir del otoño de 2009 se cambió a un nuevo espacio en el Hotel de Crillon. El espacio anterior (ignoro si era una bodega o un espacio de su tienda), cambiaba de acuerdo con el concepto de cada desfile. Era cuestión de agregar luces y espejos. Sin embargo, aquí el lugar sigue siendo el mismo. Siento que descontextualiza casi todos los desfiles, por más que lo intenten. Como saben, un espacio es importante cuando presentas un desfile porque puede integrar el concepto o echarlo a perder.

Lo que mantenía mi interés y mi esperanza por la firma era la técnica de las prendas. A pesar de tener ideas un poco repetitivas, Ghesquière no ha tomado la salida fácil en la confección. Los materiales y los detalles siempre alejaban a Balenciaga de las colecciones simplonas. Aún así, seguía temiendo que la marca ya no me emocionara más, que se acabara la hora de éxitos de Nicolas Ghesquière, que Balenciaga se hundiera en la oscuridad.

Hasta ahora.

En este desfile todo volvió a tener sentido para mí. Por primera vez en mucho tiempo, el concepto está enteramente afianzado con el decorado y la música del gran Michel Gaubert (quien es un gran DJ pero había estado entregando soundtracks muy parecidos en estas últimas tres o cuatro temporadas). Volvió la emoción a la firma.

Tenía miedo de que en París no nos presentaran un desfile memorable. Han sido tiempos bastante complicados y el sentimiento general ha sido de tristeza y desconcierto. Seguimos sin saber qué vaya a pasar, qué tanto nos va a afectar el cambio, si podremos despedir a la era que acaba de terminar. Es un final amargo, pero la única nota de dulzura que me ha dado esta temporada en París ha venido de Balenciaga.

La estructura de los diseños sigue siendo igual de fuerte pero las formas están evolucionando. Sí, el desfile tiene repeticiones pero están variando de manera muy sutil, como una historia bien contada. Cuando veo el desfile completo siento que tiene una narrativa impresionante. Los personajes son las telas y la forma en la que fueron cortadas y cosidas. La música no hace mas que apoyar a esa narrativa, de principio a fin.

¿Hay ecos de Balenciaga? Sí, en las chaquetas y los abrigos. Se pueden reconocer a varios metros de distancia, pero le podemos agradecer a Nicolas Ghesquière que respete y homenajee la herencia del mejor diseñador del siglo XX (a mi parecer). Los accesorios son increíbles y los zapatos tienen algo que es atractivo y amenazante al mismo tiempo.

El escenario por fin dejó de ser tan rígido. La virtual ausencia de proyecciones (porque a una pantalla en gris eterno no se le puede llamar proyección ¿o sí?) y el piso nos hacen olvidarnos de la decoración clásica del hotel. No es un escenario del futuro ni un homenaje a Kubrick, es una mezcla entre la historia y la innovación. Y eso es el concepto que se ha venido manejando en Balenciaga desde que Nicolas Ghesquière tomó la dirección de la firma en 1997.

 

Se dijo que las siluetas recordaban armaduras y esto es un tema recurrente en los diseños de Cristóbal Balenciaga y Nicolas Ghesquière. Yo creo que es más que prendas con apariencia rígida. Es una protección ante la desazón que reina en la capital de la moda.

 

 

 

Este post va dedicado a @MissCocochic por haberme ayudado a encontrar mi Vogue Paris de Tom Ford. Estoy seguro de que se volverá un documento social.

¿Qué puede pasar en tres años consecutivos de blogueo?

No crean que lo olvidé. Llevo tres años con este espacio, el cual me ha hecho muy feliz en este tiempo. Sin embargo, he estado como loco, tanto con las penúltimas partes de mi tesis como con otras cosas que me ilusionan o me hacen pasar malos ratos. Sinceramente (ya) no puedo decir que no pasa nada en mi vida porque muchas cosas están sucediendo. Pero miremos un poco hacia atrás y respondamos la pregunta:

1.- Aprobé la materia con la que surgió este blog, de paso acabé la escuela y regresé a esa clase a hablar de mi experiencia.

Por si me empezaron a leer recientemente, este blog surgió por una clase: Planeación y Organización de Empresas Editoriales. Mi profesor, Juan Carlos Rangel, tuvo la idea de que presentáramos nuestros controles de lectura en un espacio propio, deshaciéndonos de los formatos aburridos de Arial 12 a espacio sencillo. Si les soy muy sincero, en la carrera me incliné por maestros con visiones más flexibles de las cosas y no me arrepiento. La experiencia te va demostrando que allá afuera uno tiene que adaptarse, y entre menos cuadrado sea uno, mejor. Yo mismo he tenido que aceptar trabajos que no me gustan y en los que duro poco... no me hagan hablar de eso, por favor.

El punto es que le agarré de nuevo sabor a bloggear y me distinguí en ese trabajo. Al final, terminé la materia con un 10 (porque cumplí con todo), pasé a otro semestre, y otro, y otro. Cuando me dí cuenta, estaba graduado y un poco deprimido (me rompieron el corazón en ese lapsus... no pienso extenderme en eso), pero mi blog seguía ahí.

Ya lo he dicho en varias ocasiones: en la escuela no me publicito como el blogstar que México esperaba porque mis amigos tienen otras esferas de interés y porque el decir "soy blogstar" es arrogante y muy relativo.

Hace un par de semanas me invitaron a hablar de mi experiencia en la clase. Fue divertido y un poco extraño a la vez.

2.- Conocí a muchos de mis mejores amigos y personas favoritas detrás de las computadoras.

Después de un cierto tiempo rompí mi burbuja y empecé a salir con personas que también hablaban de lo mismo. Con un poco de tiempo se volvieron de mis mejores amigos. Guapologa, Ángel y Grace, Botica, Juan P, Diablo Cody, Bere... se volvieron parte de mi familia blogger. Conocimos a más personas después y me llevé muy bien con ellas por lo que el círculo de fans de la moda y el internet se hizo más grande. Me ha tocado compartir muchas cosas con ellos y no puedo más que agradecerles por estar conmigo dentro y fuera de la blogósfera.

3.-Entrevisté a uno de mis ídolos blogueros y colaboré con otro

Cuando empecé a leer blogs sólo leía dos: Cool and Chic y Red Carpet Fashion Awards. Holly, de Cool and Chic y yo hicimos click y dedicamos sendos posts a los filmes que más nos gustaban, algo que ambos disfrutamos mucho. Y la entrevista a Catherine de Red Carpet Fashion Awards fue escueta pero nunca imaginé que podría hacerla.

4.- Logré colarme a la temporada de desfiles en México

Esta es la parte agridulce de este post. La primera vez que fui a Mercedes Benz Fashion, todo me pareció lindo pero no dejé de notar las deficiencias del evento. Se hicieron más plataformas de moda y cojeaban del mismo pie. No puedo decir que todas mis experiencias ahí han sido buenas y ya he escrito al respecto muchas veces por lo que dejo ese tema sobre la mesa.

5.- "The Spanish Connection"

Hasta hace un par de años convivía con pocas personas españolas, casi todas eran estudiantes que venían a cursar un semestre y luego se iban (ojo, no era por prejuicio, casi nunca tuve la oportunidad). Con el blog comencé a leer e interactuar más con personas en España y me siento afortunado al contar con varios amigos de esa nacionalidad tan interesados en la moda, el cine y la música como yo. Alphonse, Holly, Raquel, el Hetero Costurero, Doublecloth, el Marquis y Hummingbird son algunos de mis amigos del otro lado del Atlántico.

6.- Me fui como becario a una revista... y lo amé

Como lo anuncié hace algunos posts, estuve de becario en Eve. Me puse en contacto con la editora y así comenzó uno de los procesos más hermosos de mi vida. Como se pueden imaginar, las revistas son el gran amor de mi vida y trabajar en una cumplió todas las expectativas que había tenido. Las editoras fueron muy amables conmigo, llegué a apreciarlas y la pasé bien. Por desgracia, la revista cerró, pero como decimos acá: "lo bailado nadie me lo quita".

7.-Descubrí qué bonito se siente cuando se es leído por una cantidad importante de personas (más que mis amigos y familiares)

Como les dije, no soy la superestrella de los blogs. Sé que puedo llegar a más personas y que puedo acercarme a más fuentes de interés pero por desorganizado no lo he hecho. Pero es lindo llegar a otras personas y animarlas/interesarlas/conmoverlas. No me considero muy famoso y la gente no me detiene en el supermercado para pedirme un autógrafo pero creo que me he ganado un pequeño nicho en los blogs y estoy agradecido con todos mis lectores, ocasionales e incondicionales.

8.-  Comencé a cubrir algunos eventos como medio

No he bloggeado todos por falta de tiempo pero me han tocado asuntos divertidos. De nuevo, podría asistir a más pero no ejerzo siempre mis RP como debería. Es interesante y puedo decir que hago "la chamba" que hacen mis compañeros empleados pero sin una línea editorial.

9.- Mi estilo (personal y de escritura) mejoró, entre otras valiosas lecciones

La práctica hace al maestro y uno sólo puede aprender a redactar mediante la escritura y la lectura. Siento que me volví un poco más espontáneo y que las frases me salen con más facilidad. De nuevo, eso es por los kilométricos posts que me aviento. Pero ustedes los disfrutan ¿o no?

También comencé a vestirme un poco mejor. Suelo tener presupuestos muy apretados para eso pero ha ido mejorando. Comencé a comprar de forma más inteligente y ya tengo un closet más balanceado. Creo que la ropa es un lenguaje tan sofisticado como los otros. Hasta ahora considero que mi nivel es básico tirándole a intermedio. Seré muy feliz el día que llegue hasta avanzado.

Creo que este blog también me ha ayudado mucho a creer en mis propias habilidades. Nunca está de más reafirmar que estamos en el camino correcto.

Y finalmente, pondré una pieza musical para el último punto, para agregar algo de sabor, ya saben)

10: Abrí mi propio medio de moda

Hice equipo con Monsieur Noir y Juan P para lanzar Madame Noire. Esa es la sorpresa que les tengo por mi aniversario. Es una revista digital en la que hemos hecho todo por nuestra cuenta y queremos buscar el verdadero talento dentro y fuera del país. Queremos salir de cliché.

Eso no significa que cierre este blog. De hecho, como saben, es uno de mis espacios favoritos aunque lo tenga un poco descuidado. Es sólo que esto era algo que siempre había querido hacer. Ahora, les paso el link, léanla y compartan su sincera opinión. Porque amar es compartir.

También hice un Tumblr dedicado a un diseñador (y su heredero), uno de los más grandes del siglo XX: Cristóbal Balenciaga. Chequen http://fortheloveofbalenciaga.tumblr.com para imágenes y videos relativos.

Y, bueno, no me queda mas que agradecerles por leer, comentar, estar conmigo y todo lo demás.