Si el declararme fan de Alexander McQueen desde mucho antes de su muerte me hace hipster, entonces abrazo esa etiqueta con orgullo. No les voy a mentir diciendo que entendí todas sus referencias a la primera pero desde que vi esta imagen, hace casi 10 años, me fasciné.
(La verdadera musa de McQueen antes de que la Gaga se autoproclamara como tal)
Pueden entender que haya brincado de la emoción cuando anunciaron que el MET haría una exposición a McQ y se inauguraría el 2 de mayo. No sólo tratarían sus prendas como las obras de arte que son, sino que algunas mujeres ricas y famosas sacarían algunas de esas creaciones de sus closets para lucirlas en el día más importante de mi calendario fashionístico.
Este es un verdadero evento importante para la moda ¿La boda real qué? Por supuesto que tiene una relevancia social y política pero no es precisamente una fiesta para celebrar el estilo y la carrera de los diseñadores más importantes de la historia. Por esa simple razón, la gala del MET (es decir, el Instituto del Vestido, organismo del Museo Metropolitano de Nueva York) es el evento del año para mi. Además, hago la misma observación que Botica Pop: es irónico que la duquesa de Cambridge (NO es princesa así que no la llamen de ese modo) se dirigiera a la marca de alguien que no era muy fan de la monarquía inglesa.
Parece que las muestras del MET no son tan grandes como había imaginado, pero la curaduría es excelente. Conté 42 vestidos y se incluyen los más representativos de su carrera. Lo que es un poco triste es que no hayan integrado a la muestra prendas de colecciones recientes y tan impactantes como lo fueron primavera y otoño 2009 (¿Recuerdan este maquillaje?) otoño 2007 y primavera 2004.
A pesar de esto, la gala es importante porque confirman "oficialmente" lo que todos venían diciendo desde los 90: Alexander McQueen fue un artista y la complejidad técnica y conceptual de sus prendas las vuelve obras de arte. Además, ya saben que cuando un artista muere, el valor de sus obras de multiplica.
El evento daba para que la gente se soltara el pelo, fuera excéntrica y políticamente incorrecta. Para que usaran color, cortes exagerados, vestidos rotos, algo diferente. Pero, oh, terrible decepción: no sólo estuvieron las sosas de siempre vestidas de lo que siempre usan, sino que pocas personas se atrevieron. Devolvieron los espíritus de McQ y de Isabella Blow al inframundo.
Hubo alguien que sí los honró y que fue la princesa del baile: la grandiosa Daphne Guinness.Esta mujer no sólo respira moda, sino que puede atiborrar museos enteros con el contenido de su closet. Además, se ha ganado mi respeto tan sólo por adquirir todas las prendas de Isabella Blow, evitando que se desperdigaran por el mundo.
Hubiera deseado sinceramente que Guinness se apareciera con un McQueen de su colección. Me sentí decepcionado al ver que traía un McQ hecho por Sarah Burton. Pero el vestido era hermoso, perfectamente acorde con el estilo de Daphne, el de McQ y el evento. Al verla salir de la vitrina de Barney's donde se vistió y subir las escaleras del Museo Metropolitano de Nueva York, sentí escalofríos: es un momento histórico en la historia de la elegancia. Se volvió mi favorita.
Hay tres fans muy conocidas del trabajo de McQueen: Isabella Blow, Daphne Guinness y la más famosa de todas, Sarah Jessica Parker. Por supuesto, hay más fans, como Cate Blanchett, y por desgracia no se apareció a la gala. El punto es que SJP se acercó a McQ desde hace tiempo y ha usado creaciones suyas en los momentos más importantes de su carrera (las premieres de SATC 1 y 2). Y esta vez también se vistió de un McQueen muy políticamente correcto pero llamativo, elegante y lleno de impresionantes bordados. El diseño es de otoño 2005.
Otra que me arrancó un suspiro fue Karen Elson. No sólo porque es una de mis modelos favoritas de toda la vida sino porque también tiene memoria histórica: hace siete años bailó con este vestido en uno de los desfiles más memorables del diseñador inglés. No hubo pasarela, sino una reinterpretación de Baile de Ilusiones con Karen arrastrándose mientras trataba de encontrar fuerzas para seguir su danza. Les dejo el link del desfile, sin sonido.
Con ese vestido Karen demostró que es buena actriz, bailarina y una modelo excepcional. Y que es la dueña legítima del vestido: lo utilizó de nuevo para una editorial de Vogue US y Vogue Italia, para una entrega de premios y anoche lo volvió a lucir. Lo malo es que la prenda ya está muy deteriorada, pero a simple vista no se nota. Como saben, la destrucción era parte del credo de McQueen. Y, para serles sinceros, creo que le hubiera agradado la nueva apariencia de su vestido. La belleza suele ser efímera.
(Les anexo la foto de Vogue Italia porque, a pesar de que tengo la Vogue US, no pude digitalizarla ni encontré la imagen)
Gisele Bündchen también usó un McQ del pasado. Su vestido fue de la hermosa colección sesentera que se presentó en 2005. Gisele es una de las personas más bellas que ha pisado esta tierra y es una excelente modelo, tanto por la postura como por la actitud que siempre ha proyectado; realmente tiene que ponerse algo horroroso para que se vea mal. Con este vestido y la simplicidad del estilismo venció a muchas contrincantes.
Naomi Campbell ha apoyado a Sarah Burton usando sus diseños. Ella es una institución en la moda, y el hecho de que no la haya dejado morir sola habla bien de Naomi. Lo de “morir sola” es un decir, porque la casa está teniendo mucho éxito con los vestidos reales y las nuevas colecciones de Burton. Sí, el genio está muerto pero se quedó todo el equipo encargado de traducir sus sueños a la mesa de corte. En este caso, este vestido es menos inquietante que las creaciones de Alexander, porque Sarah debe tener menos pesadillas e ideas radicales.
Y también está Anna dello Russo, quien ya es una celebridad y vive enamorada de la moda. A estas alturas ya sabemos que Anna tiene un departamento que sirve como closet, se puede poner cualquier cosa en la cabeza y puede aguantar jaquecas y dolores de pies sin quejarse para no arruinar su atuendo. Esta mujer es admirable porque llega a los extremos para conseguir el look perfecto y jamás parece del montón. Por eso mismo se fue de pantalones a un lugar donde todas usan falda y con un huevo a la cabeza (Estará homenajeando a Björk?).
Y dentro de mis personas importantes del MET tengo que poner a esta mujer a pesar de no haber usado McQueen. Su nombre es Aimee Mullins y además de ser hermosa, tiene una impactante historia: por una enfermedad tuvieron que amputar sus piernas pero eso no la detuvo y ha sido actriz, modelo y medallista paralímpica. Alexander McQueen le pidió modelar en 1999 y el atuendo que usó está en la exposición. El vestido es un Olivier Theyskens hecho totalmente para ella. Y a pesar de que no es un vestido sencillo, lo domina. Yo digo que es la práctica con McQ.
Como pueden darse cuenta, eliminé a todas las anodinas de las fiestas (¿Quién demonios va a la fiesta de este año vestida de Michael Kors o Escada?) y a las que me caen mal, como J.Lo. Digo, se vale ejercer el poder del veto aquí, ¿cierto?
Y hora llegamos a la sección del "McQueen que no es McQueen" con Mia Wasikowska y un Thakoon memorable.
O al Zac Posen de Christina Ricci, quien SIEMPRE hace elecciones interesantes y suele tener coherencia con el evento al que va (DKNY si es una premiere de una película infantil, Givenchy Haute Couture en eventos como estos). Y el drama de esta vez se justifica perfectamente.
Shalom Harlow también integra esta sección con su Marchesa que no es cursi y se acerca mucho al McQueen de Burton.
Solange Knowles, quien por primera vez en su vida hace una buena elección con un Dries Van Noten que no está fuera de lugar. De hecho, toda ella se ve muy Klimt (!).
De su hermana no opino. Ya he pedido que la encarcelen por maltratar hermosos diseños de Balenciaga, Prada y Dries Van Noten, pero mejor les dejo el link de su vestido. Y aprovecho para dejarles el link de Cindy Sherman y Anouck Lepere en Marni. Ellas se ven bien pero pudieron esforzarse más.
Y está Carolyn Murphy, desmintiendo a quienes afirmamos que no hay un vestido feo que Tom Ford haya diseñado:
Dirán que estoy loco pero hasta se agradece que alguien no quisiera usar una prenda sosa y aburrida en una gala:
(Elle Fanning en un Valentino Haute Couture rarísimo. La foto, de Fashionologie, está fuera de foco. Ustedes perdonen)
Y sólo Angela Lindvall y Karlie Kloss usando Dior cuando en años anteriores la marca tenía una presencia mayor (hasta Anna llegó a usarla en este evento).
Esta foto es un triste recordatorio de la situación actual: la generación que integraron Galliano, McQueen y muchos otros ya es historia. Con sólo dos de los "nuevos talentos" aún dirigiendo una firma histórica, uno muerto y otro fuera de combate por un escándalo nunca antes visto, podemos decir que ese movimiento se enfrió y que los nuevos talentos de ahora tienen la puerta abierta para superar a los que revivieron a casas como Dior y Givenchy.
No les puedo decir que superó todas mis expectativas pero aún así tuvo pequeños rincones en los que pude encontrar el espíritu de McQ y de Isabella volando libre por el MET.