viernes, 11 de mayo de 2012

Mi mamá, mi ícono del estilo

El lunes transmitieron en vivo la alfombra roja del MET y, aunque pudimos ver todo al instante, le quitó muchísimo encanto. Para mí, fue como si reventaran una burbuja de ilusión, glamour y algo que en mi imaginación se parecía más a una burbuja de champaña que a algo más. Me di cuenta que no quería hacer otro post del MET (Si quieren luego discutimos en Facebook los mejores looks y demás).

Me pregunté entonces: ¿De qué puedo hablarles a mis lectores? Algo que me apasione y les dé gusto leer. Entonces caí en la cuenta de que ya había sido Día de las Madres y estarían leyendo promociones, poemas y demás cosas que no a todos nos gustan.

Mi mamá es mi ídolo. Chocamos frecuentemente y lo que quieran pero desde siempre la he venerado. Sí, a mí no me molesta decir que es la mujer más importante en mi vida. Me alegra que nunca se haya conformado con los papeles y las opiniones de siempre y haya logrado mejorar su vida por sí misma. Algún día, y si ella me lo autoriza, les contaré más sobre su historia.

De vez en cuando mi mamá, quien nunca ha leído este blog y sólo me ve tecleando en la PC o regresando de algún evento, me pregunta de dónde agarré esa afición. Solo hasta hace unos cuantos meses le he dicho que en realidad es algo heredado. A mí siempre me enorgullecían cosas como llegar a la primaria con un beso pintado en la mejilla o que me fuera a recoger luciendo fabulosa.

Probablemente si leen este post mis tías van a dar el grito en el cielo, pero sus estilos van a los extremos: o no se esfuerzan en absoluto o se exceden sin tomar en cuenta la edad, la comodidad o el tipo de lugar en el que estamos. Y, como sabemos, es malo ver el mundo en blanco y negro (en términos de estilo personal y de cualquier otra cosa).

Para mí, mi mamá es la prueba máxima de que la elegancia no implica edad, gastos enormes o vivir todo el día leyendo revistas. Es más, lleva varios años sin usar tacones y se sigue viendo bien. Y como no tengo nada especial que darle, quiero celebrar su estilo con un post lleno de cosas que le gustan o que prefiere hacer:

-Jamás salir sin arreglarse: Uno de mis rituales matutinos favoritos es verla maquillarse y sinceramente, no recuerdo un solo día en el que se haya salido sin maquillar ni peinar. Hace poco tuiteé el comentario que me hizo: "No me siento completa, no me puse perfume".

-El estampado de leopardo: A mi mamá no le agradan los estampados Pucci ni cosas demasiado florales o abstractas. Con el animal print es un poco diferente porque la cebra le parece vulgar (opino lo mismo) y la serpiente no es de su agrado. Lo que le gusta es el leopardo y, sin llegar a una obsesión tipo Roberto Cavalli, ve los abrigos con interés cuando se los muestro en las revistas.

 

-Climat de Lancôme: Es su perfume favorito y es básicamente el Santo Grial de los perfumes porque es casi imposible conseguirlo. Y sería el regalo perfecto. Otros consentidos: Madame Rochas (inconseguible), Opium de Yves Saint Laurent y Amarige de Givenchy.

-La absoluta sinceridad estilística: Por alguna razón siempre sabe lo que le va mal. Si algo no le gusta, no lo compra o no se lo pone, sea o no diseñado por Karl Lagerfeld o algo que ve por ahí. Es un hecho 100% comprobado y cuando aplica esa sinceridad a lo que llevo puesto no me agrada mucho, y no siempre obedezco, jejeje.

-El ámbar: No es fan de las piedras preciosas ni los diamantes pero un collar de ámbar es uno de sus adornos favoritos

-Los bolsos con múltiples compartimientos: Por cuestiones de practicidad, mi mamá es inmune a los encantos de una Birkin, una 2.55 o un carryall de Vuitton. Las baguette de Fendi no aguantarían su ritmo de trabajo, las Lariat de Balenciaga que tanto me gustan le parecen pesadas y, por consiguiente, estorbosas.

Hasta ahora, la única bolsa de diseñador que ha satisfecho sus demandas y su gusto es de Chloé. El modelo Heloise tiene todo lo que ha estado buscando: piel genuina, compartimentos exteriores, un asa que no sea incómodamente corta ni estorbosamente larga. Pero cuesta, no tengo ni idea cuánto pero seguramente no se junta en unos días.

 -El esmalte de uñas rojo: Este que sale en la foto, de Dior, es su favorito en este momento.

-El iluminador de NARS: en los Blog Awards de Privalia me dieron un iluminador Orgasm y se lo di. Yo adoro la marca y con este producto se fascinó (aunque el nombre no le hizo gracia) porque reacciona muy bien en la piel y da un brillo muy discreto pero notorio.

-La sobriedad: A veces le digo que su estilo es muy estadounidense porque le gusta lo práctico, elegante y relativamente discreto. No es preppy, no es minimalista; es un estilo más relajado, como el que suelen tener personas que tienen una vida ocupada y no pueden vivr en un universo de presillas, escarolas o lazos.

-Huipiles y blusas tradicionales: En casa somos admiradores de las guayaberas y la ropa que se crea en Oaxaca, Yucatán, Chiapas y otras regiones de México que mi mamá conoce bien. De vez en cuando encontramos a alguien que trae blusas a precios excepcionales y mi mamá compra lo que puede.

Sobre esto, hay algo que necesito aconsejarles: No regateen precios a las señoras que venden artesanías por su cuenta. Es algo cruel porque una sola prenda implica mucho trabajo, mas gastos de transporte y alimentos, minando su muy pequeña ganancia. En muchas ocasiones el precio se ajusta a todas las posibilidades y los productos son hermosos, es una injusticia buscar "ofertas".

-Guantes para manejar: Los empezó a usar para proteger sus manos del sol y me parece que la idea enriquece su estilo.

-Lentes de sol: Aquí tengo la batalla ganada porque ya le demostré que los modelos de diseñador suelen durar años y protegen adecuadamente la vista. 

-La obsesión por la calidad: Yo no crecí en una casa con muchos vintage Yves Saint Laurent o tesoros de ese tipo. Pero casi todas las prendas seleccionadas por mi mamá podrían durar diez o veinte años sin problemas. Mi insistencia en la calidad viene de verla rechazando lo demasiado "trendy" por algo de buenos materiales. Y es una gran enseñanza.

 -Pantalones de gabardina: duran años, no se afean en la lavadora y no se arrugan.

-El vestido wrap: No precisamente de Diane Von Furstenberg pero era un aliado en sus días de más actividad

-"¿Cuántos años crees que tiene?" Nunca adivinan. Creo que es parte del cuidado que da a su piel y su renuencia a caer en la trampa estilística de las señoras mayores: o atuendos demasiado conservadores o el abandono total para ir en pants y delantal hasta a la iglesia

-Un traje bien cortado: Mi mamá dice que en su trabajo, el traje pantalón es uno de los atuendos perfectos porque permite libertad de movimientos (imaginen manejar, subir y bajar escaleras y cargar bolsas con productos varias veces al día con una falda lápiz) y la hacen ver presentable. No tenemos sastre y jamás ha ido a una boutique Armani pero sabe qué debe pedir cuando se manda hacer uno. Estoy seguro que el traje que ilustra esta parte (Marc Jacobs, otoño 2007) le gustaría mucho.

-Lauren Hutton: Siempre le ha caído bien. Marisa Berenson también le agrada.

-Chanel N°5: Me han reprendido por decir que el aroma no me gusta y me causa jaqueca pero me aguanto por amor.

Y sobre todo

-Una buena actitud: con su edad, con su trabajo y hacia sí misma.

Y como me irrita mucho una cierta canción que dedican a todas las madres en México, quiero dedicarle algo que le gusta y que, según yo, describe lo mucho que la admiro por ser auténtica. Creo que algunas actitudes revolucionarias que ha tenido la han hecho única en su familia y ante mis ojos. Y sobra decir lo orgulloso que siempre he estado.

 

ACTUALIZACIÓN: Hace poco, Eugenia de la Torriente pidió que le anotáramos preguntas para realizárselas a Marc Jacobs. Yo mandé varias y hace un rato me enteré de que las respondió todas. No pueden imaginarse lo contento que estoy por eso. Pueden verlas AQUÍ.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Ay que padrísimo tu post :D Si algun día tengo una hija espero que hablen tan bonito de mí. Por otro lado a mi madre no le importa para nada la moda, o verse elegante, con no verse como recien levantada le basta, eso si lo aprendí de ella, no ir desarreglada ni a la tienda XD así que mi obsesión por estas cositas definitivamente no viene de ella. Dicen que de mi abuela paterna, que ella si era muy fashion, extrañamente casi ni la conocí poque murio cuando era yo muy chiquita, pero los genes son los genes =D

Iris dijo...

Pues hace poco vi el Madame Rochas, de inmediato atrajo mi atención porque pensé en dárselo a mi abuelita, pero al ver el precio pues seguí mi camino. De hecho fue en una farmacia acaban de quitar cerca de mi casa :( Creo que seguirá uno dificilísimo de encontrar.

P.D. Me ha encantado el post.

Alphonse Doré et Noir dijo...

Sólo por "Yo no crecí en una casa con muchos vintage Yves Saint Laurent o tesoros de ese tipo" el post ya merece la pena.
No hay nada como la humildad