Digiriendo la Alta Costura Parte 1

Aprovechando que estoy de vacaciones y no suelo hacer muchas cosas productivas en este (merecido) periodo de verano, me acordé que tengo un par de posts pendientes en mi blog. El primero es sobre cine -y ya se está cocinando-. El segundo... bueno, corresponde a intereses más bien personales.

Mi blog se llama Aldo en los tiempos de la Haute Couture. No es exactamente un blog temático como el de Zorro, ni se dedica solamente a una cosa como uno de mis blogs favoritos. Estoy comenzando a diversificarme y no puedo hacerlo sin antes aclarar una gran, gran, GRAN duda de muchas personas.

Cuando hablamos de moda, algunas personas me preguntan qué es la Alta Costura exactamente. ¿Es lo que presentan algunos [charlatanes] diseñadores en México, Venezuela, Las Vegas y Miami? ¿Son vestidos de novia, de quince años o de gala? ¿es todo lo que tenga lentejuelas?

La respuesta a esas preguntas suele ser NO. Y antes de definir Alta Costura sería bueno enumerar qué NO es Alta Costura.

La Alta Costura NO ES:

-Ningún diseño de Mitzy... ni de Héctor Terrones, Sarah Bustianguis... perdón, Bustani ni "Alana Savoir"
-Trajes de XV Años
-Un desfile en el que se presentan vestidos de novia (sí hay pero no tantos)
-vestidos escotados con lentejuelitas pegadas con silicón
-ropa que se pueda comprar en una tienda
-algo convencional

Si me piden definir Alta Costura en un sólo enunciado, lo pondría como el conjunto de prendas que se hacen de forma artesanal y que están certificadas por la Federación Francesa de la Alta Costura. En una palabra, es arte. Son piezas de arte que se pueden usar.

Al arte siempre se le ha criticado porque es bello pero "inútil", y en cierta medida la Alta Costura lo es también. Son prendas totalemente hechas a mano, cortadas y en ocasiones cosidas a la medida. Pero por desgracia no sirven para la vida diaria en muchas ocasiones.

Me gusta comparar a la Haute Couture (o Alta Costura, como gusten llamarle) con el arte porque ambos tienen diversos movimientos, ambos mejoran con el tiempo... y ambos son excesivamente exclusivos.

Ahora, creo que un poco de historia no hace nada mal, no creen?

Sí, ya sé, no todos aman la historia, así que nos iremos muy rápido:

La Haute Couture nace en Francia en el siglo XIX con... un inglés, Charles Frederick Worth. Él llega, aprende lo que debe aprender y conquista el mercado de las ricas y famosas con su arte. La diferencia entre Worth y los demás es que los demás aceptaban sugerencias de sus clientas y dejaban que ellas diseñaran sus atuendos. Worth no. Mostraba un diseño en una modelo (él fue quien empezó con esa ocupación) y lo ajustaba a las medidas de sus clientas. Les quita el poder e impone el suyo.



De ese modo Worth contó con miles de clientas que pagaban sus exorbitantes precios por algunos diseños y comienza una larga historia en el mundo de la moda: el look de diseñador.

Algunas creaciones de Worth siguen vivas en el imaginario popular mexicano por un suceso que algunas jovencitas celebran cuando se vuelven "señoritas". Así es, muchos trajes de XV años descienden indirectamente de los diseños de Worth, ya que este creó y popularizó el vestido con enormes crinolinas y hombros descubiertos. Aunque más bien los vestidos de XV años son... un descendiente muuuuy indirecto de las creaciones de este personaje. Sin embargo, muchas de sus creaciones están exhibidas en museos actualmente.




Como es obvio el vestido con las crinolinas enormes no iba a durar para siempre. Después de 1870 se empezó a simplificar más (con algunas notables excepciones) y para 1910 las mujeres se vestían con ropa un menos incómoda y estorbosa que 50 años atras... aunque aún tenían que usar sombreros enormes, corsés, mangas estorbosas y cientos de otras cosas. Entonces entró en la escena Paul Poiret, un diseñador que hasta el momento (no) se le recuerda por liberar a la mujer del corsé. Poiret fue un innovador porque experimentó con la forma inspirándose en los kimonos. Así que por lo menos la ropa de Poiret era más cómoda porque aún barría el suelo y algunas de sus faldas aprisionaban las rodillas (no podían caminar muy rápido ni correr).



El defecto de Poiret era que sus ropas tenían un "buen lejos". Esto quiere decir que no le prestaba mucha atención a los detalles y en ocasiones ni siquiera a la calidad de las telas. Después de los años 20 desapareció del mapa por eso y por no saber adaptarse a los tiempos (y si trabajas en moda, pues es casi un pecado no saber hacerlo).



Para los 20, cuando la ropa dejó de ser una tortura para volverse una aliada en la "vida moderna" (entiéndase lavar trastes, trabajar, cocinar, etc) Coco Chanel ya reinaba en París con sus atuendos simples pero bien trabajados. Chanel simplificó en gran medida el vestuario de sus contemporáneas porque diseñaba prendas con una inspiración masculina, introduciendo pantalones y trabajando algunas veces con telas que antes eran exclusivamente "masculinas" o "baratas" como la pana y el algodón.



Junto con Chanel otras casas de Alta Costura surgieron y participaron activamente en el (re)desarrollo de esa industria en Francia. Casas como Patou (hoy sólo hace perfumes), Lanvin (casa fundada en 1885, sigue abierta) Nina Ricci, Rochas (ya no existe desde 2006), Vionnet (recientemente revivida), Schiaparelli (pionera en lo que hoy llamaríamos "moda alternativa", tampoco existe), y Balenciaga (del cual hablaré más adelante) crearon su arte y fueron copiados alrededor del mundo. Sin embargo, el inicio de la Segunda Guerra Mundial cortó este desarrollo de raíz.



La guerra dejó muy pocas casas abiertas y las que continuaron en el negocio tuvieron que adecuarse a las exigencias de los nazis, al racionamiento en telas y a la falta de clientes. Algunas, como Madame Grès, abrieron durante la guerra y lograron prosperar (de hecho, Grès sobrevivió hasta que vendió su marca en los 80 y esta fracasó estrepitosamente). Otras simplemente cerraron y no volvieron a abrir.
Para 1946 el negocio iba mal: dos terceras partes de las casas habían desaparecido, algunas no tenían costureras y otras sufrían por la falta de telas. Para el año siguiente la industria había iniciado una violenta recuperación de la mano de Christian Dior.



Él simplemente revolucionó la moda con su New Look (enormes faldas redondas, cintura muy definida y zapatos muy altos), el cual pareció maravilloso a algunos y detestable a otros. Los clientes llovieron casi literalmente, la mayoría estadounidenses, puesto que eran los que tenían dinero en ese entonces.
Como dato curioso, un vestido de alta costura de Christian Dior costaba 300 dólares en 1947. Y era un precio alto. Con los cambios en las economías y las devaluaciones de la moneda, el precio se multiplica por mil en un vestido de la misma marca.



Como sea, Dior y otros diseñadores como Givenchy (abrió en 1952, aún produce alta costura) Balmain, Chanel (reabrió su casa en 1954), Balenciaga y Pierre Cardin recuperaron el prestigio de París como capital de la moda hasta bien entrados los años setenta bajo estrictas reglas establecidas en 1945 para regular la alta costura
Una cosa trae otra: es bien sabido que gracias al florecimiento de la moda a finales de los 40 las personas comenzaron a viajar más y más a Francia y esto reactivó la economía devastada por la guerra. Aunque este desarrollo llegó a frenarse completamente a causa de tres factores.



1.- La introducción del listo para usarse o ready to wear: esta nació en 1959 con la línea de Pierre Cardin aunque muchos de los couturiers se opusieron a esta (Madame Grès la definió como "prostitución"). El listo para usarse representaba un tipo de moda más accesible y democrática a precios relativamente bajos. Durante los años 60 esa tendencia en las casas de moda se fue intensificando hasta que el listo para usarse se impuso sobre la alta costura en los 80 y 90. En la actualidad esta división es la que reporta más dinero a las casas (muchas casa de alta costura como Balenciaga y Lanvin ahora son de ready-to-wear). Es más barata, más cómoda (salvo excepciones) y más fácil de cuidar que la alta costura.

2.- La muerte de Coco Chanel: sucedió en 1971 y con ella se fue una de las últimas grandes "couturiers" de la época. La alta costura perdió mucha fuerza e importancia por esto.

3.- La alza en los precios y la eventual carencia de clientes: Este problema comenzó como algo no muy grave a finales de los 60 y poco a poco se volvió algo terriblemente serio. El problema con la alta costura en los 70 es que se volvió víctima de su propia exclusividad. los precios de un diseño aumentaron desmesuradamente (bueno, con la crisis del petróleo en 1974 todo aumentó) al punto de que un vestido de Nina Ricci costaba 28000 dólares cuando antes costaba 280. Esto aunado con la poca innovación que la industria ofreció en esa década contribuyó a que miles de clientes fueran abandonando poco a poco las casas francesas y se fueran a Milán o Nueva York, donde un tipo de mercado más accesible (y en muchas ocasiones con la misma calidad que en Francia) les esperaba. Actualmente las clientas de alta costura se cuentan por decenas.



En fin, el punto es que comenzaban los 60 y la Alta Costura aún tenía cosas que ofrecer. Surgieron diseñadores como el recién fallecido Yves Saint Laurent (quien revolucionó al alta costura en los 60), Valentino (se retiró en Enero pasado), Emanuel Ungaro, Paco Rabanne (¿alguien vio Barbarella? el vestuario lo hizo él) y Courrèges. Durante esa década se innovó mucho aunque también se comenzaron a borrar las fronteras entre la moda y la excentricidad.



Ahora bien, Cristóbal Balenciaga fue un nombre extremadamente importante en los 60 porque se había adelantado a muchos de los dieñadores de la época. Cuando ellos comenzaban a jugar con las proporciones, Balenciaga se había aburrido de eso y había jugado con los colores. Cuando comenzaron a usar colores inusuales, Balenciaga desarrolló un estilo arquitectónico (fue el primer diseñador en hacerlo) en sus diseños. Extrañamente el público no rechazaba el experimentalismo de Balenciaga sino que ha sido muy apreciado (mas no sobrevaluado) tanto por sus clientas como por los demás couturiers y hasta por historiadores del arte.



Un diseño de Balenciaga era perfecto. Si tenía una falla, por mínima que fuera, lo destruía. Además, era uno de los pocos que ha logrado crear un vestido con un retazo de tela en cuestión de minutos Balenciaga literalmente creaba sus diseños (muchos fueron cortados y cosidos por él mismo), dándoles un valor que de otro modo no tendrían. Por desgracia, cerró su casa en 1968 y murió en 1972. Su casa se reabrió en 1997 y actualmente Nicolas Ghesquière es el diseñador en jefe. No hace más alta costura pero sus diseños son muy buenos.




Llegaron los 80. La década de la compra compulsiva, de la cocaína. Del exceso (y el mal gusto). Y en 1983 una gran casa de moda revivió. Chanel llevaba más de 10 años presentado colecciones de listo para usarse fabricadas por diseñadores anónimos y anodinos. Los dueños de la casa de modas se hartaron de eso y contrataron a Karl Lagerfeld, el cual (para ese entonces) llevaba más de 20 años al mando de la casa italiana Fendi y unos 5 diseñando para Chloé (una casa de modas con una muy breve incursión en la alta costura), la cual abandonó para tomar la dirección de Chanel.


Lagerfeld fue un soplo de aire fresco para la casa francesa. No sólo reintrodujo la Alta Costura sino que combinó perfectamente el estilo clásico de Mademoiselle (así se le conoció un tiempo) con la exigencias de los tiempos. Una mezcla muy agradable entre clasicismo y modernidad que la casa necesitaba para revivir. Y en unos meses recuperó su lugar.



Para 1987, un nuevo diseñador inyectó creatividad a la Alta Costura con sus creaciones: Christian Lacroix. Sus diseños, siempre inspirados en España y la ropa del siglo XVIII, sorprenden porque son atrevidos y originales. Hasta la fecha el bordado es uno de los mejores en su ramo, sin que haya dado aún muestras de agotamiento.

A pesar de esto, para 1992, el negocio volvía a ir muy, muy mal. Repentinamente las ventas empezaron a caer y el público prefirió las modas lineales e insulsas que reinaron en los 90. Este problema se agravó con la demeritación que sufrió la Alta Costura a manos de charlatanes en diversas ciudades del mundo, los cuales juraban [y perjuraban] que eran maestros en ese aspecto. Las cosas fueron tan mal que Yves Saint Laurent proclamó que la Alta Costura moriría en 10 años.

Eso, afortunadamente, no sucedió, y Saint Laurent murió antes que la Alta Costura. Pero para que ésta reviviera, era necesario cambiar un poco. Y los 90 trajeron muchos cambios en la industria.

En principio, se reformaron muchas de las normas de la industria y, por desgracia, eso significó que muchas casas abandonaran el estatus de Alta Costura. Tal fue el caso de Lanvin y Versace. Lanvin se fue porque ya no era sustentable y Versace porque sus talleres no estaban en París. Aún hace Alta Costura (no reconocida) pero perdió su posición en los noventa y en 2004 dejó de hacer desfiles.
Luego, las cosas se fueron estancando hasta que en 1995 la partida de un diseñador causó que dos nuevos entraran a la escena. Hubert de Givenchy decidió retirarse (después de vender su marca a LVMH... tendencia que se inició en los 80) y el dueño acordó reemplazarlo con John Galliano.



Galliano no era precisamente lo que necesitaba Givenchy. Era un diseñador muy excéntrico y revolucionario para una casa tan sobria. Y sólo diseñó un par de colecciones antes de tirar la toalla en 1996. Pero lo que no sabía es que al abandonar Givenchy iba a revitalizar otra casa: Dior.






Desde que Christian Dior murió en 1957, su casa había cambiado un par de veces de diseñador y había caído en el aburrimiento y el conservadurismo... algo a lo que Dior se oponía. Para 1996, Dior era controlada por Gianfranco Ferré y se había vuelto una de las casas más aseñoradas del mundo. Galliano entró, vio lo que sucedía y lo desechó, volviendo a Dior sinónimo del lujo excéntrico y desenfrenado. Las colecciones de Alta Costura de Dior son, hasta la fecha, polémicas. Algunos odian a Galliano y otros le adoran, pero nadie reacciona con indiferencia.



Givenchy, por su parte, pasó a ser controlada por Alexander McQueen, una de las figuras más rebeldes e innovadoras de la moda. Givenchy se modernizó, aunque el encanto duró poco: McQueen se fue de la casa porque "constreñían su creatividad".



Por último, Jean-Paul Gaultier (sí, el que diseñó el brassiere cónico para la gira de Madonna), decidió solicitar su entrada a la Cámara de la Alta Costura y fue aprobada, creando colecciones novedosas y detalladas hasta el día de hoy. Gaultier Paris (así se llama su división de Alta Costura) es una de las casas que sabe manejar la creatividad con los negocios. A la fecha no hay indicios de que cierre.



La Alta Costura actualmente ha visto que algunas casas se integren y otras vayan desapareciendo poco a poco. Podría decir que el panorama no es muy alentador pero mentiría. Desde 2000 algunas casas han desaparecido (como Balmain, diseñada por Oscar de la Renta, reabrió en 2007 como listo para usarse, o YSL, que cerró en 2002) pero otras, como Elie Saab y Anne Valérie Hash se han reintegrado... y al menos Elie Saab tiene cientos de clientas (caso raro en la industria).



En el eterno ciclo de la moda, la Alta Costura ha visto que muchos de sus miembros abandonan sus filas para siempre y otros regresan de cuando en cuando. Lo que es cierto es que la Alta Costura parisina no tiene ni el prestigio (al menos alrededor del mundo) ni los clientes que en 1947.



El prestigio (sí, lo sigue teniendo pero a mucha gente le da igual) se ha ido con la proliferación de los charlatanes. Los clientes se fueron cuando los precios se dispararon. Las exhibiciones de alta costura son ahora para especialistas de la moda y para un muy selecto grupo de compradoras (eso sí no ha cambiado), porque ni las celebridades -piden pestado- ni la realeza (salvo excepciones) compran Alta Costura.




La Chambre Syndicale de la Haute Couture, o Cámara Sindical de la Alta Costura, tiene una división algo estricta de sus miembros:

-Membre Haute Couture: en esa categoría se instala a la casas de alta costura cien por ciento francesas y con un historial largo en sus colecciones. A esta categoría pertenecen -o pertenecieron- casi todos los nombres más sonados en las casas francesas: Chanel, Dior, Gaultier Paris, Givenchy, Lacroix... y anteriormente Balenciaga, Nina Ricci, Lanvin, YSL y Balmain.



-Membre Correspondant: Esta categoría se creó en 1992 para agrupar a todas las casas extranjeras que que hicieran Alta Costura. La única condición extra es que tengan todas sus operaciones en Francia. Versace perteneció a esta categoría y actualmente está ocupada por tres casas: Armani Privé (miembro desde 2005), Valentino y Elie Saab.

-Membre Invité: Estas son casas o diseñadores que son honrados por la Chambre al ser invitados por una o dos temporadas. Muchas casas se instalan en esa categoría mientras esperan a que la Chambre los instale en alguna de las dos anteriores (cosa que desde 2005 no ha sucedido).

-Hors Calendier: Estas son todas las demás exhibiciones no reconocidas por la Chambre pero son anexadas al calendario para promoverlas.




Todos los miembros pueden pertenecer (o seguir perteneciendo) si siguen algunas simples reglas. Entre las cuales destacan....


*La primera y más importante: todo, TODO, debe estar cosido, bordado, pintado o confeccionado a mano. Al romper esa regla quedan automáticamente fuera de la selección.



*El taller de las casas debe tener por lo menos a quince personas trabajando permanentemente.



*Se deben hacer dos colecciones al año para la prensa y los clientes.



*Cada colección debe tener 30 piezas mínimo (aunque esto se ha flexibilizado un poco).



*El nombre "Alta Costura" está protegido por la ley, y quien le de un mal uso puede ser DEMANDADO (en París no saben que existe Mitzy, de lo contrario ya estaría en la cárcel)


y las no oficiales:

*Está prohibido revelar el precio y los encargos de otras clientas.



*Los trajes de gala al final son imprescindibles



*Lo ideal es presentar un traje de novia al final de cada desfile.



*La atención es totalmente personalizada.



*Si alguna clienta entra en el vestido que se creó para el desfile, lo puede comprar con un 30% de descuento (Increíble pero cierto, también en este rubro hay descuentos).



La Alta Costura ha sido muy importante en la historia del vestir moderno porque ha incorporado nuevas tecnologías (a pesar de su naturaleza artesanal) a los diseños y la industria, las cuales han ayudado a modernizar el vestir. Entre ellas se destacan...


-La introdución de los desfiles de moda (y las modelos): eso fue obra de Worth a mediados del siglo XIX. Primero usó a su esposa y posteriormente a otras mujeres. Poiret hizo exactamente lo mismo y en los 30 Schiaparelli organizaba desfiles de modas que se convirtieron en la novedad... hasta ahora.

-La despedida del corsé: para 1909 Poiret se había aburrido de las figuras curvilíneas que se hacían a fuerza de apretarse las entrañas y decidió crear atuendos sueltos que no necesitaran de uno de esos artefactos. Su idea causó sensación al principio pero no prosperó como se esperaba. Para 1918, con el fin de la Primera Guerra Mundial y la introducción de las mujeres a "la vida moderna" (además de que al fabricar corsés se gastaban cientos de toneladas de acero que se podía utilizar en armas) Chanel presentó vestidos sin corsé... porque lo detestaba. Su idea esta vez sí pegó.



-La popularización del zipper y algunas telas sintéticas: El zipper se inventó a finales del siglo XIX y su uso era casi limitado al calzado. Telas como el rayón (un sustituto artificial de la seda) y la lycra se fueron popularizando de a poco entre las clases medias, en parte gracias a la acción de tres diseñadores: Schiaparelli, Courrèges y Thierry Mugler . Schiaparelli fue la primera en usar vestidos de rayón con un zipper lateral, mientras que Courrèges y Mugler llegaron a presentar colecciones enteras con lycra. Aún existen casas de Alta Costura que no usan zippers en sus creaciones (como Dior).



-La minifalda: Hasta la fecha dos (o hasta tres) diseñadores se disputan su origen. La inglesa Mary Quant jura y perjura que la inventó porque fue acortando las faldas que vendía hasta llegar a lo mini. Courrèges declaró que la inventó en 1964. ¿A quien creerle? Quién sabe, pero es probable que haya sido fruto de la Haute Couture.


-El traje de pantalón: Obra de Yves Saint Laurent. Adorado por muchas por lo que consideraron un paso para logar la igualdad con los hombres, Saint Laurent fabricó cientos de trajes de pantalón desde que lo inventó a finales de los 60. A la fecha su invento se sigue usando. Por cierto, las primeras mujeres que usaron trajes en el siglo XX fueron Marlene Dietrich y Katharine Hepburn.


Si les interesa apreciar un vestuario como ese *in motion* pueden consultar mi siguiente listado de películas con vestuario de Alta Costura:

-Stage Fright de Alfred Hitchcock: Toda la ropa que usa Marlene Dietrich en la película fue diseñada por Christian Dior. Fue la única condición que la actriz puso para trabajar con el genial director inglés.

-Mi Bella Dama de George Cukor: A pesar de que el vestuario (estilo 1912) fue diseñado por el artista/decorador/fotógrafo Cecil Beaton, muchos de los abrigos y vestidos se inspiraron fielmente en las modas de Poiret. Otra película que se inspiró ligeramente en Poiret fue Titanic... pero esa la ha visto todo el mundo.

-Belle du Jour de Luis Buñuel: Una de mis películas favoritas de mi director favorito y una referencia obligada en el cine, cuenta con la dirección de vestuario de Yves Saint Laurent para todo el vestuario de Catherine Deneuve en el filme. Mi diseño favorito es el traje rojo del principio.

-El Año Pasado en Marienbad de Alain Resnais: No he tenido la oportunidad de ver esta perlícula (la cual es calificada como "surrealista") pero sé que el vestuario de la protagonista femenina fue diseñado en su totalidad por Chanel. He visto algunas fotos y me han gustado.

-Barbarella, Reina de la Galaxia, de Roger Vadim: Tampoco he tenido el gusto, pero es un filme que se debe apreciar por completo, tanto por la estética como por el innovador vestuario de Paco Rabanne.

y mi favorita....

-Desayuno en Tiffany's de Blake Edwards: Ese icónico vestido negro fue creación de Givenchy. él trabajó con Audrey Hepburn en muchos filmes pero la escena inicial de este filme fue su boleto de entrada a la Historia del cine. Como dato curioso: el filme ganó un Oscar a mejor vestuario pero Givenchy no fue acreditado en las nominaciones. Lo recibió otra persona (Edith Head).

Este es el fin de la primera parte. En la segunda haré una muy breve reseña de algunos shows de Alta Costura para Otoño 2008 con mis opiniones. Comentarios, por favor.