Anita Sui, eres una reina sin corona, me apena decirlo.

Hoy vamos a hablar de una de las personas que menos atención mediática reciben de la prensa. Saben que no cuestiono el talento de Galliano, Marc o Karly, pero su presencia y el mito alrededor de ellos opacan las propuestas más suaves (y efectivas) de personas como Anna Sui.

En un show como el de Anna no vamos a encontrar glamour parisino ni una exagerada técnica en la ropa. Es más, estoy totalmente seguro que las tendencias de Anna Sui y marcas como la suya son las primeras en llegar a la calle. Y están pensadas para eso, así que cumplen su función como pocas marcas.



En la vida he escuchado que alguna de mis amigas diga "mira! este bolso es Anna Sui". Muchas otras marcas tienen más impacto "directo" sobre la gente promedio. De hecho, tengo un compañero de escuela que está obsesionado de una forma terrible con Chanel. Y eso bastaría para que fuéramos amigos, ¿cierto? ¡PUES NO! Es una de mis personas en la lista para encerrar en una cabaña en el bosque sin comida ni agua. Porque el glamour que él cree profesar (pobrecito) es puro fake Chanel. Conoce superficialmente a la marca, no sabe cuántos años tiene Karl ni la diferencia entre Chanel Haute Couture y Cruise Collection. Pero ¿a qué viene todo este desvarío? Ah, sí, que no sabe quién es Anna Sui ni su influencia en el look Zara de sus amigas y compañeras.



Bueno, bueno, el punto es que alguna vez le enseñé a una de mis amigas la colección de Anna Sui FW2007 y me dijo "¡claro! Vi eso en Zara la semana pasada". Es la simpleza de la ropa y lo fácil que es combinarla con otras prendas lo que hace a Anna Sui tan llevable e imitable.

Estoy seguro que una chica Anna Sui es indie chic, de esas que escuchan a The Futureheads, se han cortado el pelo como Jane Birkin y ahorran para irse de festival a Coachella o en su defecto a T In The Park (Glastonbury es impensable hasta para las chicas con más dinero). Y para los festivales de música se quieren ver únicas e irrepetibles, razón por la que combinan Zara con Missoni y Anna Sui (ironías de la vida, ¿no creen?).



Existen colecciones enteramente dedicadas a la indie chic groupie. La de Gucci otoño 2008 es una de ellas. Hasta Diane Von Furstenberg les dedica unas cuantas prendas en su colección de la primavera pasada. Y es que el indie chic es una moda reinante, y su sacerdotisa (no reconocida) es Anna.

Anna Sui es una cuestión de colectividad que al final de cuentas no pretende ser tan colectivo. En el boom de “hacer un look único” con piezas fabricadas en masa, la ropa de Sui lanza esa pequeña chispa de originalidad. Lo que domina Anita es la moda como prenda identitaria, y por eso sus prendas son tan interesantes a pesar de su sencillez.

Un vestido de estos es un arma de doble filo, en el buen sentido de la palabra. Es atrevido y abarca tendencias pero se puede salir a la calle y dejar en el closet por varias temporadas. Saquen de su closet un vestido de Zara y tendrán algo parecido.

No me malinterpreten, adoro las propuestas de Sui. Creo que su influencia sobre el closet de la chica joven y estilosa, fan de flickr o no, es impresionante. Porque… ¿Quién estableció la tendencia del minivestidos con mallas de colores (o negras)? Anita. ¿Usar terciopelo para el día (léase, la escuela)? A Anita se le ocurrió que podría ser una buena idea relanzar esa tendencia y al menos en el círculo Indie de NY tuvo éxito. ¿El ultraimitado boho chic? Anita lo estableció, y desde los 90. Ella presentó la idea para que tomara el mundo por asalto.



Es un poco feo cuando tienes una gran idea, otros la plagian adoptan y al final no te dan el crédito por ella. Me siento mal por Anna porque es una chica con visión y talento. Y no ha pasado de ser una pequeña marca, a pesar de que se ha anotado varios goles –se me ocurre que podría dedicarse con mucho éxito a ser una cazatendencias porque su intuición es extraordinaria). La vida no es justa a veces.

¿Y creen que por eso Anita se llena de amargura como otros? Para nada. Ella es un rayito de sol en NY, junto con mi adorada Diane Von Furstenberg y Betsey Johnson. Sus modelos salen contentas, la música es alegre y ella sale siempre sonriendo y con una actitud muy humilde y amable a recibir sus –merecidos- aplausos.

Yo creo que Anna Sui ve el vaso medio lleno. Siendo su compañía una miniatura, ella tiene todo el control creativo sobre ella y si algo no le apetece, puede cambiar completamente el rumbo de las cosas. No es como Jil Sander o el pobre Helmut Lang, los cuales fueron echados a patadas por sus nuevos jefes en cuanto vendieron sus compañías. Sui es su propia jefa y nadie le dice qué hacer.



Como la vida no es puro drama, creo que existen personas que aman a Sui por sobre todas las cosas. Y es que, como menciono al inicio de este post, ella es muy sincera y nada pretenciosa. En su ropa hay rock, cosas bohemias, referencias un poco góticas -y me atrevería a decir que a la cultura anime de Japón- y románticas. No nos va a presentar una colección pedante basada en los móviles de Alexander Calder porque no es su estilo. Ni el de sus clientas.

Tal vez la chica Indie que se viste de las propuestas masticadas de Sui no sepa que toda ella es producto de la mente de esta mujer, pero si le gusta el look y se lo pone, entonces le está dando un homenaje secreto. Y creo que Anna lo sabe y por eso no le ofende saberse sin corona.