The Rainbow Connection- Catherine Malandrino

En estos tiempos aciagos vemos que la gente se estresa y se lamenta. Pero ¿por qué no mantener el espíritu alto? Con sufrir no vamos a solucionar nada.

En la moda pasa igual, sólo que algunas personas son lo suficientemente inteligentes como para entender que necesitamos sorpresas gratas, cosas que nos hagan felices, para darnos fuerza y superar este periodo. Necesitamos de alguien que nos inspire a levantarnos por la mañana y escoger nuestros atuendos para vernos elegantes. Alguien que nos recuerde que, al menos en México, es la primavera más calurosa de la década, el cielo es azul y las cosas están empezando a florecer (desde las plantas hasta el arte). En pocas palabras, necesitamos de personas que nos saquen de la depresión -y angustia- colectiva.



Una de las indicadas se llama Catherine Malandrino. Es una diseñadora que ya ha encontrado su nicho, tiene ropa simple y a la vez bien trabajada. Puede que ceda ante los encantos de un vestido negro, pero ese vestido va a tener un toque especial que le añada glamour y frescura. Y sus colecciones tiene ropa que puede durar varias temporadas en un armario.

La historia de Catherine es simple: nació en Grenoble y estudió en una escuela de modas. Lanzó su propia marca en 1998 y unos años después tuvo un éxito brutal con un vestido con el estampado de la bandera estadounidense. Usualmente las personas que tienen chispazos creativos (o chispazos pop) no suelen volver a estar en la mira. Acá en México les dicen "llamarada de petate".



Pero no, Malandrino tiene talento y no se arriesga mucho, lo cual le ha resultado muy provechoso. Para 2009 ya cuenta con boutiques en NY, París, Londres, LA, Moscú y los Emiratos Árabes Unidos. Nada mal para quien lleva sólo diez años con su firma, ¿no creen?

Catherine presentó sus colecciones en París y eventualmente se mudó a Nueva York. Creo que el estilo Malandrino se adapta más a las convenciones neoyorquinas que a París. No es realmente aburrido ni falto de "ese algo parisino"; es práctico y juvenil.



Con la ropa de Malandrino no existen muchas complicaciones. Está diseñada para ir a la segura. Y aún así, la ropa gusta. Es simple, pero no austera. La paleta de colores no es muy extensa, pero tiene qué ver con la inspiración. Dice Malandrino que al hacer bocetos de su nueva colección pensó en Somewhere Over The Rainbow. ¿Han escuchado la canción? Al final dice "Somewhere over the rainbow, bluebirds fly. If birds fly over the rainbow why, oh why can't I?". Esos pájaros aparecen como motivos en toda la colección. Y también aparece el surrealismo, como esa hada madrina que aleja la ropa de la monotonía habitual del otoño.

Para el diseño no necesito deshacerme en elogios: es bueno y va un poco más allá de lo que usualmente Malandrino hace. Es fresca y aunque le falta un poco de seguridad en su fase experimental, tiene algo dequé hablar, no como algunas otras colecciones insulsas de NY y Londres.



Siento que debo dejar hablar a la colección por sí sola, así que termino este breve post con esta información: Catherine Malandrino presentó su show en una plataforma giratoria en un piso de la Torre Rockefeller. Tal vez esto sea el futuro de los desfiles de moda. Si esto llega a ser imitado, está bien. Me agrada.