It's all about Daphne

Bueno, de hecho no. Atendiendo a la solicitud de un lector preparé esta entrada para hablar del maravilloso estilo de Daphne Guinness, una mujer realmente importante para la industria. Cabe aclarar que, hasta ayer que busqué imágenes estaba yo loco perdido por esta mujer y creía que su estilo no tenía rival. Y, bueno, no es que ahora la repudie pero creo que me emocioné de más. Es de sabios cambiar de opinión, ¿no?

Daphne Suzanna Diana Joan Guinness es una mujer privilegiada, una mujer que no es una socialité fría, desagradable y restirada de la cara como la insoportable Marie Chantal Miller (me parece un ser despreciable, pero en otra ocasión despotricaré contra ella). Daphne tiene dinero, inteligencia, abolengo (su papá es barón) y, lo más importante para una mujer de su posición: una ocupación. Por tanto no está aburrida en el diván de su casa esperando a vestirse para el primer evento social que aparezca en su agenda.



Daphne nació en 1967 y es descendiente de los fundadores de la Cervecería Guinness. Esto, de por sí, le hace tener muchísimo dinero. Por cierto, tengo entendido que esta cerveza es una de las mejores del mundo, pero me tacharán de vulgar si les digo que me pareció demasiado amarga. Pero sí, la bebí y me amargó la noche, literalmente. En fin, sigamos con Daphne.



Su historia sigue siendo similar a la de otras socialités: se volvió amiga de Andy Warhol, debutó en sociedad y en 1987 se casó con Spyros Niarchos, hijo de Stavros Niarchos, un griego que se hizo asquerosamente rico en la primera mitad del siglo XX. Duraron 10 años casados y, como no se entendían, ella comenzó a coleccionar piezas de Alta Costura.

Su “hobbie” la ha llevado a tener uno de los closets más extraordinarios del undo, aunque nunca lo muestre. Cientos de piezas de Alta Costura, actual o vintage, son de su propiedad. Tal vez por eso se volvió amiga de Karly y éste no habla mal de ella. Sin duda, sabe lo que le conviene.


Este es Givenchy Haute Couture by McQueen

Daphne Guinness también ha impulsado la carrera de jóvenes diseñadores. Junto con Isabella Blow ayudaron a Alexander McQueen y, ahora que ya está más que consolidado, ella le compra muy a menudo, por lo cual permanecen en buenos términos. Fue una de las pocas clientas de éste cuando se encargó de Givenchy Haute Couture… y, que yo sepa, no suele comprar a Riccardo Tisci. Ahora es mecenas de Gareth Pugh.



El rol de Daphne en la industria es muy importante. Ella es la máscara de oxígeno que mantiene a la Alta Costura con vida. Junto con menos de 400 clientas alrededor del mundo (ninguna es mexicana, según sé) realmente compran y saben apreciar el trabajo de diseñadores y bordadoras. Este club de las 400 es, en realidad, un grupo de comerciantes de arte, y los salones de la –auténtica- Alta Sociedad son sus galerías.



Daphne es una de las estrellas de este club porque se ha forjado un estilo impactante. Como saben, las piezas de Alta Costura, a menos que sean de Elie Saab, requieren de personalidad para resaltar. Si no, la ropa suele brillar más que la persona, y lo ideal es que ambos brillen por igual.

Ella no tiene ese problema, porque es una mujer muy segura de sí misma y lo proyecta. Podría llevar la prenda más barroca de Dior o Christian Lacroix sin problemas, aunque eso no suele suceder porque prefiere a Chanel. Todo esto la hace ser una figura imprescindible en la industria. ¿Qué pasará el día que Daphne Guinness desaparezca?



La Alta Costura sufriría del mismo modo que lo hizo cuando Nan Kemper dejó de comprar. La prensa perdería a una aliada (también es periodista ocasional) y a una fuente de información de lo más confiable para acceder a la industria, ya que suele dar entrevistas y mostrar una amabilidad rara en personas de su posición (y también en personas con menos dinero pero más delirio de grandeza). Los Alexanderes McQueen en ciernes perderían una oportunidad.



Ella protagonizó un editorial para Vogue Italia el año pasado. Esta sesión realizada por Steven Klein, se compone de prendas de la temporada Otoño 2008, de Alta Costura, por supuesto. El escenario es de un filme algo decadente de ciencia ficción. No sé si les guste pero anexo algunas fotos. Me parece uno de los mejores que he visto y creo que ella hace funcionar muchas piezas… pero juzguen ustedes mismos. Por cierto, en el editorial se llevaba bastante bien con el Valentino de Facchinetti.

Mientras escribo esto pienso en lo que me desagradó del estilo de Daphne y creo que es su falta de color. Usa demasiado negro. Pero imagino que es por algo, así que profundizaré mucho en ello. El punto bueno es que está obsesionada con las armaduras, y traslada esta afición a su elección de ropa.



Ahora bien, creo que lo que se pone, aunque no me guste del todo, la hace diferente a las musarañas… perdón, mi subconsciente habló, a las mujeres ricas y/o famosas que se ponen lo que sea, mientras esté de moda. Al fin y al cabo en eso consiste el estilo personal ¿no es cierto? En diferenciarse del resto. No la imagino usando los vestidos cortos y ceñidos de Balmain por la simple y sencilla razón de que no van con ella.

Daphne Guinness también creó una pequeña línea de ropa diseñada por ella misma. No he visto piezas suyas así que no puedo opinar (sin embargo, me enteré que sacará un perfume con Comme Des Garcons). Sólo sé que son básicos y a precios accesibles para los londinenses (60 libras, aproximadamente) Su razón para crearla es el hecho de que, según ella, todos los niveles sociales necesitan ropa de buena calidad. Estoy de acuerdo.

Por si se preguntan en qué anda ahora esta mujer, se los diré: está envuelta en un miniescándalo porque pasa demasiado tiempo con el marido de una actriz francesa, un tal Bernard Henry Lévy o algo igual de rimbombante. El individuo en cuestión es filósofo y una estrellita de las revistas de sociedad francesas, y se ha destacado por ser ex amante de Carla Bruni y escribir libros. Sin duda, Daphne Guinness es como las mujeres que describe Holly en sus entradas.



-Hace poco leí un post de Eduardo en el que decía que algunos bolsos de mujer son un buen complemento para un hombre. Estoy de acuerdo y tengo tres candiatos a bolso masculino perfecto:

*El Birkin, porque casi parece un bello portafolios (aquí nos lo modela Marky)



*El bolso Lariat de Balenciaga, porque es joven, roquero… y pesado.



*El Saddle Bag de Dior. Si fuera sólo un poco más grande y con el asa más larga se vería bien en un hombre. Se ve práctico y poco ostentoso. Esto modelo es Edición Especial y está inspirado en Argentina.



-Encontré algo realmente interesante en style.com, un test sobre la Alta Costura. Revísenlo y pongan a prueba sus conocimientos.

-Ando muy “imperial” últimamente. Desde que leí una novela ambientada en la época mi obsesión regresó, porque nunca se ha ido del todo. Amo tanto el estilo Imperio que pienso dedicarle un post entero. ¿Qué opinan, lo hago?