lunes, 31 de octubre de 2011

Entrevista: Fábrica Social

Hace algún tiempo escuché hablar sobre Fábrica Social, un proyecto que buscaba distribuir prendas fabricadas por comunidades indígenas de ciertos estados de la república, con el objetivo de crearles ganancias. La idea me pareció muy interesante y distinta a la de otras propuestas de marcas de moda: crear cosas hermosas y a la vez ayudar al desarrollo de comunidades que producen bordados y prendas increíbles por tradición.

Después de algún tiempo de seguir a la marca por Facebook, Paola de la Rosa, directora general de la marca, me contactó. Visité su –entonces- nuevo showroom y tuve una agradable conversación con ella y con Daniela Gremion, directora de proyectos de la marca. Pude apreciar de cerca la calidad de las prendas, los bordados y la pasión que ambas dirigen hacia posicionar Fábrica Social y así ayudar a transformar la realidad de muchas comunidades que tienen el potencial de salir adelante si cuentan con ayuda externa. Asimismo, estaban comenzando proyectos que actualmente son una realidad, tales como una línea para el hogar, un nuevo espacio en las Lomas de Chapultepec y la inclusión de marcas con un enfoque similar.

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Al final no publiqué la entrevista a tiempo porque estaba atravesando un momento difícil del año: estaba atado a un trabajo que no me hacía feliz, aún no terminaba la tesis y francamente me sentía triste y agobiado por la situación que mi vida atravesaba en esos días. Sé que no es una excusa válida en muchos niveles pero creo que lo que importa es que, poco a poco, comencé a poner mi vida en orden y la publicación de esta entrevista es uno de esos pasos. Espero que la disfruten.

¿Cómo surgió Fábrica Social?

Paola: Dulce Martínez comenzó el proyecto en 2004, en una comunidad llamada Dzitnup, en Yucatán. Impartió un taller de diseño para que las mujeres del lugar pudieran actualizar algunos de sus métodos. Todo fue surgiendo con un perfil de apoyo a la mujer.

Daniela Gremion: En 2006 nos dimos de alta y tuvimos una tienda, en la Condesa. Tuvimos una buena respuesta pero cerramos por varios asuntos y hasta hace unos meses buscamos mover nuestras piezas, hasta que creamos el showroom.

6257[1] Una de las bolsas confeccionadas en Dzitnup

¿Cómo funciona el modelo de Fábrica Social?

Daniela: Se divide en dos partes, una está enfocada a la confección y otra a la capacitación. Nosotras impartimos cursos de diseño en las comunidades y las ponemos al tanto de las tendencias. Sin embargo, buscamos transmitir las herramientas del diseño mientras les damos una libertad creativa: son ellas las que diseñan y confeccionan las prendas.

Paola: Respecto a la confección, siempre buscamos que se respeten las técnicas de cada comunidad, y usamos siempre fibras naturales. Nuestro objetivo es disminuir el costo de producción sin pagarles menos. También pagamos por hora de trabajo, y nuestros productos siempre incluyen el tiempo de confección en la etiqueta.

Es importante señalar que nosotras no somos maquila de bordado. Por el contrario, buscamos que las mujeres sean reconocidas por su trabajo. Las ideas son suyas, nosotras las distribuimos. Ellas siempre deciden lo que quieren crear.

¿Cuáles han sido los principales problemas a los que se ha enfrentado la marca?

Paola: El primero es la propiedad intelectual. Nos cuesta mucho trabajo que se respete la autoría de los pueblos.

Daniela: También el mercado es pequeño, aunque nuestras clientas son fieles y saben reconocer la calidad de un bordado o una pieza hecha en el telar de cintura.

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Paola: La difusión ha sido un problema: la prensa de moda no se ha acercado lo suficiente, aunque en realidad nuestra tirada va más hacia la responsabilidad social.

¿Qué instituciones las han apoyado?

Paola: Bazar Fusión nos ha ayudado a difundir la marca y atraer más clientes. Nos encantaría que una ONG nos apoyara, dado que casi todo esto es hecho por nosotras.

¿Cuál es el rango de precios? ¿Qué se vende más?

Daniela: Tenemos accesorios de $220 o $360 hasta $2000 y lo que se va primero son las prendas en negro y los básicos.

¿En qué estados trabajan?

Paola: Apoyamos a dos cooperativas en Oaxaca, una en Chiapas y otra en Yucatán.

¿Han tenido algún problema de seguridad con esas comunidades?

Daniela: Mmm… no. Son comunidades alejadas de centros urbanos y tienen algunos otros problemas, como la migración.

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¿Han notado alguna preferencia en las mujeres de las comunidades?

Daniela: Les gustan mucho los colores muy brillantes: verde, naranja, rosa… las telas que escogen tienen colores llamativos. Como ellas son las autoras de todas las prendas, crean todo el concepto, nosotros les damos cursos de tendencias para que se actualicen, pero las personas detrás del esfuerzo están detrás de ellas.

¿Qué opinan sobre la prensa de moda, blogs incluidos?

Paola: Nosotras no tenemos lazos con la industria de la moda, por lo que no te podríamos dar una opinión concreta. Dulce es diseñadora y yo soy abogada, así que no es algo en lo que tenga mucho conocimiento. Quizá por eso nos ha costado un poco más de trabajo todo. Aún así hemos llevado nuestras prendas a tiendas en países como Japón y ciudades como Nueva York, donde tenemos a alguien que mueve nuestras prendas.

¿Podrían describirme a su clienta promedio?

Paola: Es una mujer moderna, de entre 25 a 35 años. Es alguien que busca prendas con identidad, sabe apreciar el trabajo artesanal y busca hacer una compra responsable.

¿Cómo se ven en cinco años?

Daniela: Diseñando. Con un grupo más grande y con más cooperativas, capacitando a más gente y colocando a nuestra marca dentro y fuera del país.

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Showroom Fábrica Social

Córdoba 67 interior 7, colonia Roma

Twitter: @FabricaSocial

lunes, 24 de octubre de 2011

¿Por qué no… te disfrazas de un ícono de la moda?

Tal parece que este fin de semana estará lleno de fiestas por todas partes. Si aún no sabes qué ponerte y no quieres gastar mucho ni irte con el cliché del disfraz de calabaza, diablo o vampiro, tienes otra opción: disfrazaste de algún ícono de la moda. Algunos son muy pop, otros requerirán una explicación un poco más alargada pero que te hará resaltar entre un mar de disfraces idénticos y hasta de mal gusto. Recuerda que, dado que es una fiesta de disfraces, puedes exagerar un poco y, en el caso de muchos de los ejemplos de este post, podrás trasladarte hacia el lugar de la fiesta sin que se te queden viendo en el metro o el autobús. ¿Temes desembolsar mucho dinero? No te preocupes, casi todos estos atuendos se pueden sacar de tu closet.

Vámonos con algo sencillo: una voguette. Su uniforme para el trabajo es muy fácil de imitar. Puedes tomar el ejemplo de estas dos antiguas amigas:

Por supuesto, no olvides que si te vas como Carine Roitfeld, necesitarás mucha sombra para ojos, usar el pelo en la cara y traer tus slingbacks con la traba bajo el tacón.

Puedes también ir como Diane Von Furstenberg, con un vestido wrap, perlas, tacones y mucho volumen en el pelo:

Puedes también irte disfrazada de la obsesión de muchos en la blogósfera: Anna Wintour

Este look es sencillo: vestido floreado, sin mangas y a la rodilla, abrigo de piel, lentes de sol y sandalias de tacón bajo. Puedes encontrar casi todo en tu closet o en un mercadillo. Por supuesto, también amamos a Grace Coddington, pero ese disfraz es un poco más complicado.

¿Tienes un minivestido y unas mallas negras? Vete como Mary Quant, la mujer que puso a la juventud de moda y volvió de la minifalda un producto cultural de los 60.

Puedes también vestirte como otra mujer que fue el ícono de su tiempo: Jacqueline Onassis. Ese disfraz no es popular por estos rumbos y, cuando se visten de ella suelen imitar aquel traje rosa de Chanel que usó cuando su primer marido fue asesinado.

Recuerda que esta mujer es aún recordada por esa actitud de superioridad y elegancia, así que no te haría mal buscar varias imágenes y estudiar su lenguaje corporal. Y en este caso, los accesorios te ayudarán a caracterizarte. No olvides esos lentes redondos de sol. Además de ser un disfraz sencillo, los pantalones rectos van con las tendencias del otoño. Tu acompañante se puede disfrazar de paparazzi.

Otra buena opción es disfrazarte de Coco Chanel. Un buen traje, un sombrero redondo y toda la joyería que puedas encontrar te ayudarán con ese atuendo. Además de ser una idea diferente, será muy cómodo traerlo toda la noche.

¿No hay algún ícono masculino de la moda?

¡Por supuesto que sí! Si no conoces a Hamish Bowles, debes vivir en otro planeta (o debes ignorar a la edición estadounidense de Vogue).

Bowles siempre tiene algo interesante qué ponerse. Es regla general. Un día puede usar un traje violeta mientras que en otro puede obsesionarse con los cuadros. Pero siempre se ve como él, un inglés con una pasión por lo diferente. Y puedes hacer alguna combinación en tu closet para imitarlo. Recuerda que Hamish Bowles se viste con esmero pero no con demasiados esfuerzos, esa es la clave.

Si quieres algo más sencillo puedes ponerte un traje, unas pantuflas y la bata más grande que encuentres y así puedes imitar a André Leon Talley. Incluso puedes cometer la grave falta de usar una camiseta con un pantalón de vestir. Después de todo es Halloween y Talley debe tener alguna buena explicación bajo la manga para ese tipo de combinaciones.

¿Quieres escapar a los lugares comunes sin gastar demasiado dinero?

Puedes escoger a Plum Sykes, editora de Vogue con un gusto por Bergdorf Goodman y por lucir como dama de sociedad de los 50. La fórmula es simple: pelo muy lacio con un broche al lado y las puntas ligeramente levantadas, labial rosa, un vestido de inspiración cincuentera y joyería. El Martini en la mano es opcional.

Siempre había querido poner a Plum Sykes en este blog

O puedes elegir a Jean Shrimpton en aquella icónica imagen de David Bailey, con sólo un trench coat, el vestido de tu preferencia y unos tacones bajos. Aquí lo que hace la diferencia es el peinado, el oso de peluche y las enormes pestañas de la modelo. Mira, Natalia Vodianova ya se disfrazó para una editorial en 2009:

Si tienes el trench y el disfraz de Jean Shrimpton no te convence, puedes convertirte en Lee Radziwill, la hermana menor de Jackie O. Una bufanda, unas botas y el pelo con algo de volumen te ayudarán, aunque necesitarás dramatizar un poco para que no te acusen de no haberte disfrazado.

También puedes ser Carrie Donovan, la muy olvidada editora de Vogue y WWD. Carrie, a quien le dedicaré un post entero en el futuro, vestía prendas cómodas pero lo que realmente la hacía resaltar era la combinación de las joyas y esos enormes lentes que usó toda su vida. También era una amante de los animales, así que si encontraste una blusa con estampado de perros o gatos, puedes usarla.

Hubo una Carrie antes de la señorita Bradshaw

Ya que estamos hablando de figuras con lentes, no podemos olvidar a Edith Head, una gran diseñadora de vestuario con más de 40 años de carrera y Óscares para dar y regalar. Edith, a pesar de crear algunos de los atuendos más memorables de la historia, casi siempre vistió igual: con un traje sastre gris, una blusa blanca, flats y unos enormes lentes de sol que casi nunca se quitaba. La puedes imitar, sobre todo si quieres un disfraz un poco menos conocido.

Edith Head hizo varias películas de época, así que debió haber tomado a la Emperatriz Eugenia como referencia. Hablé brevemente de esta mujer en mi primer post sobre Alta Costura, ya que fue la responsable del éxito de Worth, quien prácticamente inventó el término. Además de definir toda una época (es un poco complicado pensar en el siglo XIX sin imaginar los enormes vestidos con crinolinas), ha sido una de las mujeres más hermosas y elegantes de la historia. Si puedes echar mano de tu vestido de XV años o algo igual de voluminoso, añádele un poco de encaje, imita el peinado y sal a la calle vestida a lo grande.

Por último, si tienes dos horas para vestirte y no encuentras nada para improvisar, puedes tomar muchas cosas de tu closet, un sombrero o boina interesante y, si tienes una peluca azul, te la puedes poner para imitar a una de las personas con un estilo más llamativo: Anna Piaggi. Es básico un maquillaje muy dramático y una actitud de “¿Por qué se sorprenden? Yo siempre me visto así y no le veo lo extraordinario”.

Ya tienes algunas ideas para disfrazarte, usa tu imaginación y revisa tu closet, algo interesante saldrá de él.

lunes, 17 de octubre de 2011

Cómo hacer un desfile memorable en 5 sencillos pasos

Con tantas colecciones para competir en una sola capital de la moda, es fácil crear desfiles olvidables, de esos que causan una breve impresión en el público y quizá vendan bien, pero no aporten mucho a la moda en general. Abundan desfiles tan débiles como una muestra de perfume y que no tienen muchas posibilidades de ser recordados, así como desfiles que se recuerdan por intentar de la forma incorrecta o simplemente por ser malos (Hola, Lindsay).

Tomando en cuenta que una media de 50 marcas se presentan en una de esas 4 capitales durante cada temporada, ¿Cómo pueden hacer las marcas para crear una impresión tan fuerte como para relegar otros desfiles al olvido?

Planeaba dedicar este post enteramente a la colección de Chanel, pero creo que el tema da para más, no sólo porque hay otras marcas en esta temporada, sino porque esta temporada puedo ilustrar mis pasos con varios ejemplos. Si bien es esencial la presentación de ropa y accesorios interesantes, también lo es el incluir otros aspectos que fascinen a todos los fans de la moda que reciben una sobredosis de trapos durante cuatro semanas a cada temporada.

Por tanto, les presento cinco sencillos pasos para hacer un desfile memorable. Si ven que los ejemplos se repiten, es porque pueden adivinar cuáles son algunos de mis favoritos para la próxima primavera.

1. Escoge un buen espacio y crea el mejor escenario posible

Visto en: Chanel, Dolce & Gabbana, Louis Vuitton, Alexander McQueen, Balenciaga, Jil Sander, Marc Jacobs,

La mejor garantía para tener un desfile interesante es el espacio. Por supuesto, hay marcas como Chanel que tienen el presupuesto para rentar el Grand Palais y jugar con su imaginación a placer. Pero las dimensiones del espacio no siempre son lo más importante. Por ejemplo, en Balenciaga crearon un escenario perfecto para la colección, y todo en probablemente cien metros cuadrados.

El escenario no necesita ser diseñado por ti, puedes contratar a empresas como el Bureau Betak, y tienes la garantía de que siempre te va a presentar una idea fascinante con una ejecución aún mejor. Karl Lagerfeld siempre los utiliza para Chanel. Pero puedes idear un mini laberinto con alfombras de colores o un escenario lleno de luces de colores. O incluso un par de enormes candelabros rozando el suelo.

Quizá los más impresionantes de la temporada fueron las creaciones para Marc Jacobs, Chanel y el fabuloso carrusel de Louis Vuitton, marcas que siempre presentan algo fascinante para cada temporada. Este primer paso es importantísimo para garantizar una impresión duradera, así que aléjate de las pasarelas en blanco o negro sin nada más interesante que ofrecer. Recuerda que por algo le dicen Fashion Show: y un buen espectáculo puede garantizar un suspiro y un aplauso inicial, como sucedió en Vuitton.

2. Dale una vuelta a las tendencias de la temporada

Visto en: Burberry, Moschino, Bottega Veneta, Dries Van Noten, Balenciaga, Louis Vuitton, Rochas, Loewe, Jean Paul Gaultier, Giles, Sonia Rykiel

Mucha gente que no ama la moda tanto como nosotros encuentra muy ilógico que en las pasarelas se repitan cosas parecidas, pues eso son las tendencias, elementos en común en colecciones distintas. En estos momentos ya podemos identificar cinco tendencias en colores, accesorios y estampados. ¿No me creen? Piensen cuántos desfiles usaron el color blanco (y zapatos blancos incluidos), estampados de cuadros y zapatos destalonados. Y es muy probable que las tiendas estén abarrotadas de ellos y dentro de seis meses nos enferme la sola idea de un estampado a cuadros.

Pero las tendencias siempre te dejan un gran margen de interpretación y más si diriges una casa con una cierta historia. ¿Todos presentan lo mismo? Utiliza ese concepto publicitario (el cual me enseñaron algunos amigos que trabajan en eso) llamado “darle una vuelta”, es decir, trabajar un poco más el concepto y encontrar un camino creativo diferente.

 

OK, ya te dijeron que se va a usar el blanco. Los cisnes son blancos, y a principios de este año todos estaban obsesionados con una película sobre ballet y cisnes, pero el ballet no te agrada del todo y quieres hacer trajes sastre con estampados de cisnes, colores plateado, negro, beige, naranja (por aquello del pico del cisne) y mucho satín. Ya tienes la colección de Giles.

O piensas en el blanco y diriges una casa que hizo historia con la ropa simple. Tienes breves escapes mentales a un crucero a principios de los 60 en el que puedes beber unos cocteles con Aristóteles Onassis y chismosear en el clóset de Babe Paley mientras te cuenta que su marido se acaba de comprar diez Picassos. Juntas esa idea, le añades mucho color y tienes la fabulosa colección de Jil Sander.

Tenemos muchos ejemplos esta temporada, como los estampados y las sandalias en blanco y negro de Bottega Veneta, las chicas de los 70 en Sonia Rykiel, las señoras decadentes de los 40 en Jean Paul Gaultier, el vestido con estampado de salamandras en Loewe, las mexicanas (Frida Kahlo y Silverio Pérez incluidos) en Moschino, los años 50 en Rochas…

3. Crea un soundtrack memorable, uno que enloquezca a los fans (Puntos extra si incluye canciones en vivo).

Visto en: Prada, Chanel, Marc Jacobs, Jil Sander, Balenciaga.

Los mejores DJs del mundo están a tope de trabajo en temporada de desfiles. Por supuesto, es muy probable que nunca vayamos a un concierto de Jeremy Healy (DJ oficial de Dior y John Galliano) o del gran Fréderic Sánchez pero podemos tener material de ellos cada seis meses… y si trabajan para firmas de Alta Costura, cada tres.

Sí, es cierto, nada puede compararse con ver el desfile en vivo o, de perdida, en un stream, pero los soundtracks nos ayudan a revivir el momento y a identificar qué les está gustando a nuestras personalidades favoritas de la moda. Con ellos sabemos, por ejemplo, que a Galliano y su equipo les fascina el pop, Marc Jacobs es rockero de corazón –aunque no le hace el feo a Philip Glass- y Burberry incluye a Inglaterra hasta en su música. Pero no es sólo eso.

La mezcla en cuestión debe ser lo suficientemente intensa como para poner a todos a bailar (Givenchy), llevarlos a un momento nostálgico (como el uso de My Sweet Lord en Burberry) u oscuro (Balenciaga y Marc Jacobs) o que haga que nos preguntemos si el DJ estaba en drogas al mezclar a Michel Legrand y Serge Gainsbourg con… 50 Cent, como sucedió en Jil Sander. Puedes conquistar fácilmente a un fan de la moda si es conocedor de la música o si aprecia lo bello.

Quizá puede irte mejor si escoges a alguien para que cante en vivo. Eso sí, la voz del cantante que elijas debe resonar por todo el espacio que utilices. Tomemos como ejemplo la presentación de Florence Welch en Chanel. Creo que ha sido la mejor interpretación en vivo que he visto para la marca (y uno de los raros casos en los que las versiones en vivo son mejores que las grabadas) y ayudó a distinguir una colección que de por sí es muy interesante.

Florence pudo dominar fácilmente el gran escenario y el Grand Palais, cosa que no es fácil por el mismo tamaño de la estructura y la cantidad de gente que puede acomodar. Si ven el video completo pueden notar que al principio sonaba un poco nerviosa pero se fue dando cuenta que tenía al público cautivo con su interpretación y su maravilloso lenguaje corporal. ¿Exagero si creo que es un momento épico, como de Edith Piaf? Quizá. Pero sí se desayunó a varios soundtracks de la temporada y al miniconcierto de Lily Allen para primavera 2010.

4. Crea un poco de escándalo… o un buen golpe de marketing

Visto en: Chanel, Louis Vuitton, Giles, Balenciaga, Burberry, Prada

Ya que dedicamos la mitad del punto 3 a relatar lo maravillosa que es la combinación Florence Welch + Chanel, podemos subrayar que cantó un sencillo de su nuevo disco, algo que beneficia a ambas partes porque les da actualidad, y en el caso de Florence, es otro sello de aprobación como “ícono de la moda”.

Puedes también ofrecer algo distinto, jugoso para que se discuta en las próximas semanas. Puedes volarte los seis meses de espera y ofrecer la colección al instante, como en Burberry, usar bancas que se rompan para que todos vean tu desfile de pie (como sucedió en Balenciaga) o aprovechar tu conocimiento sobre poder y sociedad para declarar que tu colección señala la condición de la mujer como objeto sexual, justo como lo hizo Miuccia Prada.

O puedes sacar a Kate Moss de su retiro por segunda ocasión y hacer que cierre tu desfile, mientras olvidas decirle a la prensa que será la última vez que te vean dirigiendo esa marca, tal como sucedió en Louis Vuitton.

5. Asegúrate de sea un estado de ánimo y no una exhibición de ropa.

Visto en: Imitation Of Christ, Givenchy, Louis Vuitton, Burberry

Un desfile no solo es un evento social en el que se presentan las frivolidades para las ricas y famosas. Desechen esa idea de su mente. Si diriges un buen equipo, puedes transformar esos minutos del desfile en una ilusión duradera, un estilo de vida. Puedes revivir el pasado o ilustrar un día en la vida de tu persona idea. Puedes incluso, reescribir situaciones que no sucedieron. La clave está en combinarlo todo adecuadamente.

El mejor aliado para esta ilusión es la combinación maquillaje/peinado. Ambos crean tendencias y se imitan alrededor del mundo. Son una buena herramienta para referirte a una colección y debieron haber sido el punto 6 pero no soy experto en el tema y creo que alguien como Guapóloga puede aventarse un gran post al respecto.

El segundo punto a considerar es llenar a todo de una coherencia global. Todo, desde el escenario hasta el papel en el que se imprimen las invitaciones, debe reunir el concepto que quieres tratar. Y sobre todo, la capacidad de describir el momento que buscas en una oración. No importa si eso nunca sucedió, el espacio de un desfile te da oportunidad de que juegues con tu imaginación hasta lograr el momento que deseas.

 

 

En Imitation Of Christ crearon una hermosa boda colectiva a finales de los 20, mientras que en Burberry revivieron a las hippies de pelo largo e ideas liberales y las dotaron de materiales de lujo. Las chicas de Givenchy pasan del trabajo a la fiesta y en Vuitton estamos presenciando el dulce final de un sueño que duró 15 años y estuvo lleno de hermosos (y muy redituables) momentos.

Tal vez el punto 5 es el más importante de todos y es el que puede resumir todo: el presentar una ilusión que pueda trascender las temporadas y los miles de looks que se presentan en espacio de un mes. Es llegar al corazón de la audiencia, hacerlos reír, hacerlos llorar o hacerlos soñar, presentarles algo que les conmueva y se quede en su memoria emocional por mucho tiempo.

 

miércoles, 12 de octubre de 2011

I (NARS) You

 

Las pasarelas son muy teatrales, vendes una fantasía, pero me gusta pensar en las mujeres que usan mis productos cuando los creo.

François Nars

Tengo que admitir que hay marcas que nunca dejan de asombrarme.

NARS es una de las marcas de cosméticos que nunca tiene miedo de añadir más color y transformar a una persona en una bomba de glamour, algo que es una de las premisas básicas del maquillaje pero que en Nars se lleva a otro nivel.

Hablemos de su fundador, François Nars. Nacido en Francia, de niño estuvo rodeado de personas obsesionadas con el glamour. Sus abuelos eran fanáticos de Marlene Dietrich, mientras que su mamá vestía de Yves Saint Laurent, no salía de casa sin maquillarse y le prestaba ediciones de Vogue Paris, en ese entonces dominada por las fotos de Helmut Newton y Guy Bourdin.

El estar rodeado de belleza y sofisticación lo hizo estudiar en la Carita School of Makeup en París, y después de un cierto tiempo comenzó a trabajar para la edición estadounidense de Vogue y para fotógrafos como Steven Meisel, Irving Penn y Richard Avedon. De hecho, el texto con la foto que ilustra este post narra que Penn era uno de los fotógrafos más exigentes que ha pisado esta tierra y el maquillaje de Nars siempre cumplía con sus necesidades.

¿Qué hacía diferente a Nars de otros maquillistas en los ochenta y noventa? El uso del color y el añadir tonos intensos en los labiales, sombras y rubores para dar una cara distinta sin llegar al maquillaje estilo payaso. Y también su capacidad de evolucionar y dar distintas opciones a quienes intenten transformarse.

Marc Jacobs maquillado por Nars. Foto via Moda Capital

Al final, él aplica esa estética que presenció de niño con las fotos de Guy Bourdin, al grado que ha incluido sus fotografías en las campañas de la marca y quedan perfectamente, a pesar de haber sido tomadas a finales de los setenta. Para desgracia de Nars, Bourdin murió algunos años antes de que él lanzara su marca. Prometo extenderme más sobre la historia de Guy Bourdin y sus maravillosas imágenes en otro texto.

Lo que nunca deja de sorprenderme de la marca es esa actitud relajada y llena de color que no se ve tan frecuentemente en el maquillaje. Las referencias al sexo y a sitios paradisiacos (tienen un rubor llamado Orgasm y es uno de los más vendidos), colores frescos y fotografías divertidas y asombrosas al mismo tiempo (Kate Moss convertida en Dorothy de El Mago de Oz o Karen Elson transformada por n poco de delineador y labial) son parte de su encanto.

Parte de la campaña protagonizada por Heather Marks y proyectada en la presentación de NARS Cosmetics. Foto via Moda Capital

Pero creo que lo que más me ha gustado de Nars es la creación de 65 maquillajes distintos para el desfile de Marc Jacobs, otoño 2009. Sí, los ochenta nunca han sido mi década favorita y tengo varias dudas respecto a las prendas pero los cambios son asombrosos. Véanlo:

Y ahora, NARS Cosmetics está en México. Hace unos días presentaron toda la línea junto con algunas fotografías de François Nars y campañas publicitarias de la marca, así como algunas muestras de su colección de otoño, protagonizada por Mariacarla Boscono. Las amantes del color intenso y del maquillaje creativo y desenfadado tienen a quién recurrir cuando quieran transformarse.

viernes, 7 de octubre de 2011

Fitting y entrevista: Jesús Ibarra y Bertholdo Espinoza

Hace unos días fui invitado por JI+B al fitting de su colección de primavera. La experiencia fue muy ilustrativa para entender algunos procesos que no están a la vista de todos al preparar una colección. El fitting es el momento perfecto para corregir detalles y para hacer algunos ajustes a los diseños, con el objetivo de que estén perfectos para el desfile final.

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El proceso es simple pero requiere de mucha concentración y una habilidad para buscar detalles que no estén del todo corregidos. Es un momento en el que se debe comprobar que la prenda diseñada se tradujo a la perfección y que va a mandar el mensaje deseado al desfilar en la pasarela. Es también un buen momento para saber si las prendas tendrán un futuro en el consumidor final: ¿Las telas se arrugan? ¿La cintura es favorecedora? ¿Los bordados pueden darle mayor presencia a algún vestido? Todo eso se discutió en el fitting de JI+B.

DSC_8906El resultado final, sobre la pasarela 

Mientras tomaba algunas fotografías (admito que estaba nervioso y las fotos no me salieron del todo bien, así que incluyo las mejores) y observaba este proceso, pude visitar algunas otras áreas del showroom de la marca, ubicado en Polanco. Pude ver que tienen secciones especiales para la costura, el patronaje, las pruebas e incluso un espacio donde se guardan las prendas que se han utilizado para la prensa.

La colección, inspirada en el trabajo de la angloiraquí Zaha Hadid, incluía vestidos de gala, pero también shorts, blusas, pantalones con bordados a mano o detalles inspirados en las creaciones de Hadid. Pude ver algunos de los bordados y costuras en las prendas y quedé gratamente sorprendido: era un nivel de excelencia que a menudo hace falta en algunos sectores de la moda mexicana.

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Después del fitting, el cual también incluyó la prueba de unas maravillosas sandalias de Regina Romero, entrevisté a Jesús Ibarra y Bertholdo Espinoza, creadores de JI+B Costura. Hablamos sobre negocios, medios y algunos otros temas. Espero que les guste esta entrevista y las fotos del fitting y del desfile. Algunas prendas cambian mucho, ¿No creen?

¿Qué es lo que no les gusta de sus clientas?

Bertholdo Espinoza: Que algunas lleguen con un recorte de un Carolina Herrera o un Elie Saab y nos digan: “¡Háganme uno igual!”. Solemos responderles: “¡Cómpralo! Está Saks, la boutique de Carolina Herrera, o puedes ir a Nueva York…”

Jesús Ibarra: Nosotros somos diseñadores, no modistos. Y como tales, nos enfocamos a nuestras propias creaciones y no a copiar.

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¿Y lo que más les gusta?

J: Todas son muy fieles y hemos desarrollado una buena relación con ellas. Nos mandan flores, nos llaman para felicitarnos…

¿Cuál ha sido su experiencia al prestar ropa a las celebridades nacionales?

J: Mira, aquí el concepto de “Alfombra Roja” no existe realmente, ni las celebridades se detienen para decir quién les diseñó lo que llevan puesto, y, para serte sinceros, hemos tenido malas experiencias con eso: nos han regresado los vestidos desgarrados o manchados de maquillaje, por eso ya no los prestamos.

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B: A pesar de eso, existen celebridades que nos compran los vestidos y los usan para estrenos o premios y eso nos enorgullece. Lucero, por ejemplo, siempre nos compra y siempre nos promociona.

¿Qué medio los ha apoyado más?

B: La revista ¡Hola! Siempre nos incluyen en sus contenidos o sus sesiones de fotos.

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He escuchado en ocasiones anteriores que algunos medios devuelven las prendas maltratadas. ¿Cuál es su postura ante eso?

B: Sí, eso es un riesgo. Pero te puedo decir que cuesta más una página de publicidad en, digamos, Vogue, que el costo de las prendas. Una página de publicidad en una revista al nivel de ¡Hola!, Caras, Elle, Vogue… te cuesta, como mínimo, ciento cincuenta mil pesos. Sin embargo, ellos siempre nos devuelven las prendas impecables. Jamás hemos tenido problemas con ellos y eso que en ¡Hola! han metido nuestras prendas al mar. Pero las llevan a la tintorería y las devuelven en perfectas condiciones. No puedes comparar eso con el apoyo que te dan las revistas al incluirte en sus contenidos.

Ustedes no están dirigidos al público en general, sino que tienen el target bien definido. ¿Les costó trabajo establecerlo?

J: Nos costó trabajo atraerlo (risas). Mira, lo que se debe aprender cuando diriges una firma que busca a las mujeres de clase alta, y en general una marca de moda, es que la clienta siempre tiene la razón. Siempre debes tratarla como una reina, consentirla, ofrecerle las mejores telas, los mejores diseños. Estas telas que ves aquí son de Italia, de Nueva York… si la clienta encuentra un lugar donde la tratan como a una reina y le ofrecen lo mejor, va a regresar. Así hemos hecho nuestra clientela.

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B: Nosotros también hacemos lo que muchas clientas nos piden. Sí, hacemos vestidos de gala pero también incluimos pantalones, vestidos de coctel, cosas que puedan usar nuestras clientas en varias ocasiones y no sirvan sólo para un evento. Porque, supongamos que compran un vestido de gala para una boda. ¿Cuántas bodas puede tener? En cambio, si hacemos blusas o pantalones, son cosas que se pueden usar varias veces. Por eso en esta colección decidimos añadir más prendas para la vida diaria.

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¿Importan porque el mercado mexicano no satisface sus demandas?

B: No, pero manejan otras telas. Por ejemplo, la seda no se produce en el país, se trae de Francia y de otros países, el lino también se importa. Por supuesto, México tiene unos algodones muy buenos, pero preferimos comprar una seda que te cuesta… no sé, cien dólares el rollo en Nueva York a comprar ese mismo rollo aquí pero al doble de precio.

Hace unos días leía un artículo cuestionando la presentación de colecciones en pasarela. ¿A ustedes les resulta organizarlas?

B: Desde luego. Es cierto que es caro y tienes que invertir en modelos, luces, la renta del lugar y con eso y más cosas puedes irte gastando casi medio millón de pesos pero lo vale. Las pasarelas son nuestro mayor punto de venta. Jesús tenía algunas dudas al respecto así que contratamos a un mercadólogo y tras varios estudios nos dijo que el 80% de nuestras ventas se generaba en el desfile. Por supuesto, es una inversión, y en ella estamos apoyados por Mercedes Benz DFashion, por Beatriz Calles y por todo su equipo, el cual siempre ha sido atento con nosotros. Y, claro, también tienes retroalimentación al instante por parte de las clientas.

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Cuéntenme sobre su experiencia en El Palacio de Hierro:

J: Tenemos un showroom para la sucursal de Santa Fe y creamos colecciones para ella. Buscamos crear prendas más básicas, que puedan servir para la vida diaria de nuestras clientas y hacemos prendas sobre pedido, como vestidos de novia. La tienda se acercó a nosotros y ha sido una muy buena experiencia.

DSC_9229 El vestido gris no salió en el desfile, pero les dejo un detalle del vestido blanco que sí desfiló.

B: La diferencia con El Palacio de Hierro y el showroom son las tallas: si llega aquí una clienta y la prenda le queda perfecta, se la puede llevar al instante, pero usualmente hacemos cosas sobre pedido. En la tienda tenemos que apegarnos a un sistema de tallas y se hacen ajustes básicos como dobladillos, pero la clienta que visita El Palacio de Hierro se puede llevar las cosas al momento. También existe un ciclo de producción distinto y un enfoque más comercial: en la pasarela podemos presentar creaciones un poco extravagantes pero sabemos que hay cosas que se pueden reutilizar. La calidad es la misma. Uno de nuestros maestros, Manuel Méndez, a quien le debemos mucho, también tuvo un espacio para la tienda y fue él, justamente, quien nos enseñó a dar una atención impecable y ofrecer la mejor calidad a nuestras clientas.

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¿Qué es lo mejor y lo peor que les han dicho?

B: Lo peor se nos ha olvidado, sinceramente.

J: A mí me parece bien que tengan una opinión siempre que tenga bases. Esto es un país libre y todos pueden opinar como quieran. Lo único que me pregunto siempre que las leo es “¿Cuál es el conocimiento de esta persona?” Si es alguien muy respetado, no hay ningún problema, por supuesto. Si no, me gustaría saber por qué dicen algunos comentarios y leer lo que han hecho o si tienen idea de asuntos como la confección, el corte, la calidad de las telas… Pero, bueno, eso también te ayuda a crecer, las críticas, cuando son constructivas, son absolutamente necesarias. Y de lo mejor…

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B: …yo creo que fue el premio que nos dio la revista Architectural Digest (en 2009). Jesús y yo somos arquitectos, así que nos pareció un gran honor ser nombrados “Íconos del Diseño” por una publicación tan importante y por nuestro propio gremio.

¿Cómo sucedió?

B: Nos invitaron a la premiación y nos insistieron mucho en que fuéramos, aunque nosotros casi no vamos a eventos. Luego, el director de la revista pasó a comprarle algo a su esposa. Total, fuimos y de repente anuncian un premio y era para nosotros. Fue increíble, algo muy bonito y un gran gesto por parte de AD.

J: Como te decía anteriormente, nuestras clientas también nos apapachan con flores, llamadas para felicitarnos y otros detalles. Uno de los mejores halagos que nos pueden hacer es que nos digan: “A todos les encantó mi vestido”.

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¿Qué le recomendarían a quienes estudian moda o diseño?

B: Que conozcan todos los procesos del diseño. Mucha gente cree que un diseñador sólo se dedica a hacer colecciones y asiste a fiestas, pero eso no es siempre verdad. Uno depende de un equipo, y eso abarca el patronaje, la costura, las relaciones públicas… Casi no vamos a eventos porque acaban tarde y nosotros tenemos que estar aquí muy temprano al día siguiente, ver clientas, resolver problemas, coordinar a todo el taller y no nos da tiempo ni ganas de ir a todas las fiestas, vaya, ni si quiera al gimnasio. ¡Es agotador!

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J: Creen que es una profesión llena de glamour, y de pasarelas, aplausos y demás, pero es un trabajo muy pesado que no siempre incluye las ovaciones de pie. Es muy demandante, y, bueno, es algo que les puede dar de comer, pero también tienen que aprender muchas otras cosas.

B: Por supuesto, eso es esencial. Aquí admitimos a practicantes de todo el país, pero a veces me pregunto qué aprenden en las escuelas de diseño ¡Hay gente que no sabe agarrar ni las tijeras! Es sorprendente, pero cierto. Cuando son practicantes, terminan desempeñando labores en varias divisiones y aprenden mucho. Allá afuera necesitan patronistas, ilustradores y en general personas más especializadas. Jesús y yo nos consideramos empresarios y como tales, tenemos que revisar no sólo el diseño y el corte sino asuntos como impuestos, planes de trabajo, prensa, y otros asuntos que son básicos para mantener una empresa funcionando como debe. Es muy importante que si quieren crear su propia marca, busquen aprender sobre todos esos temas.

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J: Que no tengan miedo a empezar desde abajo. Ni que sean arrogantes. Hemos tenido casos de gente que llega y se ríe de los bocetos. Les decimos que hagan uno y no tienen ni idea de cómo hacerlo. Al final, es un trabajo muy estresante y no siempre estás cerca de las luminarias y las ovaciones y todo eso. Pero si lo haces bien, te distingues por tu trabajo y es muy satisfactorio.

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Las fotos del desfile son cortesía de Natalia Cardona y JI+B, a quienes agradezco por la entrevista y el fitting.