Tal parece que este fin de semana estará lleno de fiestas por todas partes. Si aún no sabes qué ponerte y no quieres gastar mucho ni irte con el cliché del disfraz de calabaza, diablo o vampiro, tienes otra opción: disfrazaste de algún ícono de la moda. Algunos son muy pop, otros requerirán una explicación un poco más alargada pero que te hará resaltar entre un mar de disfraces idénticos y hasta de mal gusto. Recuerda que, dado que es una fiesta de disfraces, puedes exagerar un poco y, en el caso de muchos de los ejemplos de este post, podrás trasladarte hacia el lugar de la fiesta sin que se te queden viendo en el metro o el autobús. ¿Temes desembolsar mucho dinero? No te preocupes, casi todos estos atuendos se pueden sacar de tu closet.
Vámonos con algo sencillo: una voguette. Su uniforme para el trabajo es muy fácil de imitar. Puedes tomar el ejemplo de estas dos antiguas amigas:
Por supuesto, no olvides que si te vas como Carine Roitfeld, necesitarás mucha sombra para ojos, usar el pelo en la cara y traer tus slingbacks con la traba bajo el tacón.
Puedes también ir como Diane Von Furstenberg, con un vestido wrap, perlas, tacones y mucho volumen en el pelo:
Puedes también irte disfrazada de la obsesión de muchos en la blogósfera: Anna Wintour
Este look es sencillo: vestido floreado, sin mangas y a la rodilla, abrigo de piel, lentes de sol y sandalias de tacón bajo. Puedes encontrar casi todo en tu closet o en un mercadillo. Por supuesto, también amamos a Grace Coddington, pero ese disfraz es un poco más complicado.
¿Tienes un minivestido y unas mallas negras? Vete como Mary Quant, la mujer que puso a la juventud de moda y volvió de la minifalda un producto cultural de los 60.
Puedes también vestirte como otra mujer que fue el ícono de su tiempo: Jacqueline Onassis. Ese disfraz no es popular por estos rumbos y, cuando se visten de ella suelen imitar aquel traje rosa de Chanel que usó cuando su primer marido fue asesinado.
Recuerda que esta mujer es aún recordada por esa actitud de superioridad y elegancia, así que no te haría mal buscar varias imágenes y estudiar su lenguaje corporal. Y en este caso, los accesorios te ayudarán a caracterizarte. No olvides esos lentes redondos de sol. Además de ser un disfraz sencillo, los pantalones rectos van con las tendencias del otoño. Tu acompañante se puede disfrazar de paparazzi.
Otra buena opción es disfrazarte de Coco Chanel. Un buen traje, un sombrero redondo y toda la joyería que puedas encontrar te ayudarán con ese atuendo. Además de ser una idea diferente, será muy cómodo traerlo toda la noche.
¿No hay algún ícono masculino de la moda?
¡Por supuesto que sí! Si no conoces a Hamish Bowles, debes vivir en otro planeta (o debes ignorar a la edición estadounidense de Vogue).
Bowles siempre tiene algo interesante qué ponerse. Es regla general. Un día puede usar un traje violeta mientras que en otro puede obsesionarse con los cuadros. Pero siempre se ve como él, un inglés con una pasión por lo diferente. Y puedes hacer alguna combinación en tu closet para imitarlo. Recuerda que Hamish Bowles se viste con esmero pero no con demasiados esfuerzos, esa es la clave.
Si quieres algo más sencillo puedes ponerte un traje, unas pantuflas y la bata más grande que encuentres y así puedes imitar a André Leon Talley. Incluso puedes cometer la grave falta de usar una camiseta con un pantalón de vestir. Después de todo es Halloween y Talley debe tener alguna buena explicación bajo la manga para ese tipo de combinaciones.
¿Quieres escapar a los lugares comunes sin gastar demasiado dinero?
Puedes escoger a Plum Sykes, editora de Vogue con un gusto por Bergdorf Goodman y por lucir como dama de sociedad de los 50. La fórmula es simple: pelo muy lacio con un broche al lado y las puntas ligeramente levantadas, labial rosa, un vestido de inspiración cincuentera y joyería. El Martini en la mano es opcional.
Siempre había querido poner a Plum Sykes en este blog
O puedes elegir a Jean Shrimpton en aquella icónica imagen de David Bailey, con sólo un trench coat, el vestido de tu preferencia y unos tacones bajos. Aquí lo que hace la diferencia es el peinado, el oso de peluche y las enormes pestañas de la modelo. Mira, Natalia Vodianova ya se disfrazó para una editorial en 2009:
Si tienes el trench y el disfraz de Jean Shrimpton no te convence, puedes convertirte en Lee Radziwill, la hermana menor de Jackie O. Una bufanda, unas botas y el pelo con algo de volumen te ayudarán, aunque necesitarás dramatizar un poco para que no te acusen de no haberte disfrazado.
También puedes ser Carrie Donovan, la muy olvidada editora de Vogue y WWD. Carrie, a quien le dedicaré un post entero en el futuro, vestía prendas cómodas pero lo que realmente la hacía resaltar era la combinación de las joyas y esos enormes lentes que usó toda su vida. También era una amante de los animales, así que si encontraste una blusa con estampado de perros o gatos, puedes usarla.
Hubo una Carrie antes de la señorita Bradshaw
Ya que estamos hablando de figuras con lentes, no podemos olvidar a Edith Head, una gran diseñadora de vestuario con más de 40 años de carrera y Óscares para dar y regalar. Edith, a pesar de crear algunos de los atuendos más memorables de la historia, casi siempre vistió igual: con un traje sastre gris, una blusa blanca, flats y unos enormes lentes de sol que casi nunca se quitaba. La puedes imitar, sobre todo si quieres un disfraz un poco menos conocido.
Edith Head hizo varias películas de época, así que debió haber tomado a la Emperatriz Eugenia como referencia. Hablé brevemente de esta mujer en mi primer post sobre Alta Costura, ya que fue la responsable del éxito de Worth, quien prácticamente inventó el término. Además de definir toda una época (es un poco complicado pensar en el siglo XIX sin imaginar los enormes vestidos con crinolinas), ha sido una de las mujeres más hermosas y elegantes de la historia. Si puedes echar mano de tu vestido de XV años o algo igual de voluminoso, añádele un poco de encaje, imita el peinado y sal a la calle vestida a lo grande.
Por último, si tienes dos horas para vestirte y no encuentras nada para improvisar, puedes tomar muchas cosas de tu closet, un sombrero o boina interesante y, si tienes una peluca azul, te la puedes poner para imitar a una de las personas con un estilo más llamativo: Anna Piaggi. Es básico un maquillaje muy dramático y una actitud de “¿Por qué se sorprenden? Yo siempre me visto así y no le veo lo extraordinario”.
Ya tienes algunas ideas para disfrazarte, usa tu imaginación y revisa tu closet, algo interesante saldrá de él.
1 comentario:
me encantan las opciones pero me quedo con Sykes! :) (lástima que no soy rubia)
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