lunes, 30 de enero de 2012

Haute Couture Makes Me Happy

Acaba de terminar la semana de la Alta Costura de París. Bueno, en realidad no llegó a ser ni una semana inglesa porque en menos de cuatro días lo vimos todo. Pero fue una muy buena temporada para casi todas las casas. Creo que el otoño es una mejor época para mostrar estas creaciones en todo su esplendor pero la creatividad no se limita a estaciones.

De nuevo la economía no es muy alentadora: con lo que acaba de pasar con Francia entró un pánico mundial y las bolsas cayeron durante unos días (Pasen con Sofi Macías o El Peso Nuestro a que les expliquen porque no es mi especialidad), pero tal parece que no vamos a llegar a un punto tan desagradable como a finales de 2008. De nuevo, no me odien si no soy muy claro, ese no es mi tema.

Pero eso no parece afectar a las marcas que presentaron Alta Costura. Si bien hay firmas que desaparecieron, como Christian Lacroix, están nuevas personas que se roban el show o salvan el día, como Givenchy, Atelier Versace y Giambattista Valli. Me esperé a escribir esta entrada hasta que pudiera ver casi todos los desfiles que me interesaban en movimiento. Las fotos en ocasiones no hacen justicia, así que añado videos en la medida de lo posible.

Estos posts suelen ser muy largos así que trataré de ser breve pero conciso. ¿Les parece si empezamos con Dior?

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Ah, Dior. Entiendo esa situación tan desagradable en la que está sumido Bill Gaytten: es un puesto incómodo en el que casi nadie cree en él y los fans de antaño lo detestan o lo tratan con indiferencia. Si se queda en Dior, el nombre “John Galliano” saldrá siempre en la conversación. Siem-pre. ¿Se merece el puesto? Sí porque fue mano derecha de J.G. (para evitar la saturación del diseñador que Arnault y Sindey Toledano quieren olvidar) y tiene casi todo lo que se necesita para dirigir una casa: conocimiento, experiencia, inteligencia, habilidades organizacionales.

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Pero falta algo. Y ese algo ha hecho que le lluevan las críticas y que los fans de antes le den la espalda. Se llama chispa creativa. J.G. era capaz de mezclar ideas y conceptos maravillosos que impactaban (en sus buenos tiempos, ya hablamos en el post anterior sobre una gran colección de Alta Costura) e incluso ahora hizo un vestido de novia memorable para Kate Moss. Gaytten ha hecho lo que un alumno flojo: ver los archivos, copiar y pegar, sin proponer ni un poquito. A Dior le aplicaron la lobotomía con este cambio, por más que sigan Jeremy Healy, Pat Mc Grath y demás.

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Entiendo a Gaytten y no me gustaría estar en su situación: es como para desmoralizar a cualquiera. Pero eso no impide que alabe el trabajo de las bordadoras y que haya encontrado un par de vestidos hermosos y perfectos para una entrega de premios, ¿Verdad?

Viendo Chanel Haute Couture, me di cuenta que está vendiendo experiencias. Todos los desfiles son cuidadosamente planeados con escenario y música para que nos transporten al lugar que el diseñador quiera y esta colección de Chanel no fue la excepción. Nos vendieron el vuelo más lujoso de nuestras vidas.

No he escuchado grandes críticas y en el mismo desfile los asistentes no aplaudieron a rabiar pero es un hecho de que Chanel y Elie Saab son las únicas casas que realmente están haciendo dinero con la Alta Costura. Y las clientas de Chanel suelen ser muy conservadoras, por lo que Karl les dio lo que pedían.

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En el vuelo más lujoso de nuestras vidas hubo casi todo lo que se podría esperar de un desfile: un escenario impresionante (la reproducción fiel de un avión en el Grand Palais), un inicio llamativo, una banda sonora increíble, una confección impecable y un pequeño sentido de dèja-vu porque, indudablemente hemos visto esos cuellos, mangas y demás terminados en otras colecciones de la marca.

Lo que me llamó la atención es que esta colección incluyó pantalones, lo cual es muy raro para Chanel Haute Couture. La primavera pasada también tuvo, pero no suelen aparecer en las colecciones con frecuencia. ¿Será cuestión de preferencias?

Según tengo entendido, la confección de un pantalón es mucho más compleja que una falda. Hay otros criterios. Y sin embargo, casi no aparecen en Alta Costura, a excepción de Armani Privé, a quien no mencionaremos hoy porque su colección no nos gustó. En fin.

Lo hermoso aquí son los detalles. Las faldas largas tienen una abertura especial que las hace muy sensuales al caminar y los bordados siempre serán hermosos y le darán más valor a la prenda porque implican horas de trabajo. La silueta no es nueva, pero es muy hermosa y creo que lo que le llamó la atención a Karl Lagerfeld esta vez fueron las piernas.

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Lagerfeld repite una y otra vez cortes de la época de Coco y de colecciones pasadas pero siempre son experiencias distintas. Los cortes que utiliza y que un groupie de Chanel podría recitar de memoria son como palabras en un lenguaje. Es muy probable que, como en otras marcas con historia, las características de Chanel se puedan describir en un párrafo.

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Cuando estuve redactando la tesis, me topé con un libro fantástico: El Lujo Eterno de Gilles Lipovetsky. Después de un texto maravilloso sobre el papel del lujo y la industria alrededor de él venía un análisis semiótico de Chanel. La semiótica es, por cierto, la ciencia que estudia el lenguaje y aplica no sólo a las letras sino a muchas otras cosas allá afuera. El punto es que Karl Lagerfeld y Chanel tienen su propio lenguaje y el tío Karl lo utiliza a cada colección. A veces lo mezcla con lenguajes de otros diseñadores (aquí me pareció un poco Chanel Haute Couture meets Balenciaga por las mangas y un vestido de flores es parecido a algo que hizo McQueen pero son sólo referencias) Lo que hace es cambiar el contexto y el tono, justo como nosotros lo hacemos con las palabras.

 

Vamos ahora con quien sí salvó el día: Alexis Mabille.

Esta fue una colección simple, con una inspiración no muy rebuscada pero con un bonito uso del color y balance entre lo espectacular y lo “usable”. Muchas personas se quejan de que el fracaso de la Alta Costura tiene que ver con que es muy dramática. En realidad las clientas buscan algo que nadie más pueda tener, por lo cual suelen alejarse de las prendas que usan las celebridades.

Otro motivo por el cual compran es para invertir a largo plazo. Es muy probable que en algunos aparezcan en subasta vestidos de Christian Lacroix o de Alexander McQueen en Givenchy, por lo que las dueñas de esos tesoros van a recuperar la inversión que hagan. Obviamente algunas inversiones son riesgosas: puede que el vestido de aquella casa joven y prometedora que nunca llegó a nada no se pueda revender en algunos años. Pero compraron una obra de arte que se puede usar y ya es ganancia.

En apariencia todos los vestidos en esta colección son muy sencillos, pero están llenos de pequeños detalles que los hacen especiales. Lazos, bordados, encaje, colas de tul… Creo que Mabille combinó propuestas para sus clientas de todas las edades. Los zapatos, por cierto, son de Christian Louboutin.

Esta fotografía me llamó la atención: me parece como una pintura y creo que es tan hermosa como los vestidos de Mabille.

No estoy muy seguro de los tornasoles (se me hacen muy de boda mexicana de los 90), pero creo que logró que no cayeran en lo vulgar. Lo que es un poco triste es que no veremos muchos de estos vestidos en la Alfombra Roja ni tendrán la atención mediática que merecen.

A lo mejor algunos de los sombreros aparecen en Ascot (aunque he leído que ya no son obligatorios para ir a las carreras) pero es probable que pase desapercibida. Y es una pena.

El siguiente en la lista es Giambattista Valli. Ha sido muy celebrada su incursión en la Alta Costura y no es para menos porque su trabajo es excelente y ya ha manejado una firma antes: Emanuel Ungaro. Curiosamente, fue la última vez en la que tuvo estabilidad y un éxito rotundo, unos 5 años a.L. (Antes de Lindsay).

Valli estuvo navegando en las aguas de la demi-couture durante años. Seamos sinceros: pocas de sus creaciones son como para que se lleven en masa. Todas tenían bordados, volumen, crinolinas o algo que las hiciera magníficas y perfectas para llevar a un coctel, pero no precisamente para un día de oficina.

La colección tiene muchas de las cosas que ha hecho Valli anteriormente pero con una maravillosa atención a los detalles. No se siente como si fuera su segunda colección, podríamos creer que llevaba años preparándose para esto y es su sueño vuelto realidad. Es exquisito.

Esperé hasta poder ver el video y me sorprendió que la atmósfera busca ser la de un salón de Alta Costura de la posguerra. Nunca creí que Valli fuera tan nostálgico y eso me hace preguntarme qué tan extendida será la nostalgia por una época que nunca vivimos. ¿Es eso bueno, malo, un cliché, material para una película de Woody Allen? No lo sé.

En esta colección, la atención a los detalles es tan precisa que da miedo. Cada pieza es especial por que tiene algún detalle: pétalos de tela, bordados, estructura, y otras técnicas difíciles que la hacen más preciadas. Estas prendas valen por su trabajo, más que por el hecho de ser diseñadas por Valli.

Me alegra que haya hecho su sueño realidad y que superara sus propias expectativas. Creo que la colección en fotos no le hace justicia a las prendas, por eso les dejo el video.

Sigamos con Givenchy Haute Couture. La colección me agradó y es muy hermosa en la técnica. Apenas me comentaban que algunos de los vestidos que Riccardo Tisci ha diseñado últimamente llevan hasta 3 mil horas de trabajo. Eso quiere decir que, por ejemplo, en la colección japonesa del año pasado, algunos vestidos tardaron un poco más de 4 meses.

Extraño un poco los desfiles de Givenchy pero ha compensado la falta de ellos con una producción aún más elaborada. El trabajo en estos vestidos es sorprendente. Para poner un ejemplo, el de Stella Tennant es de piel de cocodrilo y alguna secciones de la falda están cosidas escama por escama. Las bordadoras se merecen un premio.

Todos me gustan, la idea de incluir una camiseta en una colección de Alta Costura es provocadora: algunos han supuesto que es una prenda común, y las clientas buscan exclusividad, por lo que es una “contradicción”. Pero es parte del ingenio de Tisci y de todos los diseñadores que buscan sorprender a un sector conservador de la moda. Es hacer algo que Yves Saint Laurent, Vivienne Westwood y Gaultier hicieron en su momento con los beatniks, la estética de los punks y el diseñar brassieres cónicos. Es más allá de ser extravagante: es no ser conformista.

Respecto a la inspiración:las referencias al expresionismo alemán mezclado con el Medio Oriente me parecen fantásticas. Pero creo que mi momento fan va a darle más importancia al vestido que trae esta mujer:

…creo que ahora ya saben lo mucho que quiero a Kristen McMenamy

Por cierto, la foto en ese tamaño no se ve bien, así que la subí a mi Tumblr. Den click sobre la foto y luego uno más para poder ver la colección a detalle.

Y ya que hablamos de Gaultier, es imposible olvidarse de la colección que acaba de presentar y que se robó el show esta temporada. Resulta que la homenajeada en esta colección de Alta Costura es Amy Winehouse, quien murió trágicamente el año pasado. Gaultier adaptó y reintrerpretó su estilo para la confección artesanal y fue muy bien recibido en su momento. Lo feo sucedió después.

El papá de Amy puso el grito en el cielo y se sintió muy ofendido por la colección, argumentando que hacía burla del sufrimiento de su hija y demás cosas desagradables. Por supuesto, es una pérdida terrible pero creo que ciertos medios inflaron las cosas para que pareciera una burla. Ustedes y yo sabemos cómo son los periódicos sensacionalistas en Inglaterra.

La intención de Gaultier no era burlarse de Amy Winehouse ni montarse en la ola (porque ya pasó). Creo que, como muchas cosas en esta vida, se sacó de contexto y se creó un escenario en el que Jean Paul Gaultier se aprovechó del sufrimiento de sus fans para crearse reconocimiento y comentarios del mundo. Pero no.

En primer lugar: Gaultier es muy conocido y su marca no está precisamente en apuros económicos. En segundo lugar, la moda se inspira, ahora más que nunca, en lo que pasa en las calles y lo reinterpreta. Karl Lagerfeld también le creó una colección, aunque el contexto fue diferente y nadie se quejó. Esto iba a suceder en algún momento.

Sin embargo, Amy Winehouse tenía un estilo muy interesante y no era una mala diseñadora (sus prendas para Fred Perry son mejores que las de casi cualquier otra celebridad) y a Gaultier le encanta la cultura pop y el lado encantador de las cosas. Además, el estilo de Amy y el de Gaultier combinan bastante bien. Es un bonito tributo.

Hace dos años creó una colección de Alta Costura inspirada en México y su aproximación fue extremadamente respetuosa, sin explotar lo clichés del mexicano que bebe tequila y usa sombreros de charro (absténganse de referirse a ese cliché en mi presencia). El respeto a una cultura tan ajena a él me conmovió. Además, es un honor que alguien considere tu país o tu persona para una colección entera de prendas cosidas y bordadas a mano en los materiales más sofisticados.

Y para terminar,  arriba y abajo verán un par de fotos de la colección de Christophe Josse en las que los detalles lo son todo:

Fue una gran temporada. Hubo mucho esfuerzo y un trabajo increíble por parte de bordadores y patronistas de las casas. Me alegra mucho que esta parte de la moda siga viva.

4 comentarios:

Guapóloga dijo...

Tengo mil comentarios pero se me olvidan todos si no voy escribiendo esto al tiempo que leo (y no es posible porque la ventanita no es pop up ¬¬) Así que te digo sólo uno: el vestido de Tissci para Givenchy que lleva una camiseta puede ser una idea interesante, pero se lo puso Zoe Saldana para los SAG y... echó a perder todo el look porque parece que se la robó al novio o algo así. Me dio mucha pena, el vestido es maravilloso, pero honestamente me decepcionó verlo en una persona en evento. Supongo que le irá bien en un museo...

Enrike LX dijo...

para mi esta temporada fue como una montaña rusa..algunos nos sorprendieron y otros desepcionaron, lastima que fueron mas desepciones que sorpresas...desde la coleccion falta de ideas de karl hasta los detalles que idea Tisci...demasiado en tan poco tiempo, espero y en invierno se pongan las pilas.

Eduardian Guy dijo...

La colección de Dior es bonita aunque esto no es un cumplido de mi parte. Las proporciones me parecen bien manejadas, el trabajo de Path Divino, pero no hay nada que sea memorable. So sad, en mis fantasías sigo esperando la resurrección de Galliano.

Chanel es Chanel y punto; si alguién a tratado de mantener la tradición y adaptarla al paso de tiempo es Chanel y los delirantes caprichos de Karl.

De Gaultier me encanta todo, desde el primer pase hasta la procesión de velada animas en corsetería.

Valli tiene algo de Yves Saint Laurent, se nota su profundo amor por la real alta costura, la que puede comprar una clienta sin muchas alteraciones, llena de lujo femeneidad.

También me ha gustado desde hace unas dos o tres temporadas lo que hace Stephane Rolland, la colección fué magnifica, salvo el último pase que me pareció too much.

Y Margiela Atisanal que siempre me deja fascinado.

Iris dijo...

Que larga, pero gran recopilación de la pasada 'semana'. Me salta una duda del libro que mencionas ¡¿Dónde lo conseguiste?! Mi asesora de tesis me lo sugirió y no lo encuentro ¿podrías darme un poco de luz al respecto