Hola… de nuevo jajaja. Este es el tema que di yo junto con Liz y Edgar, es la correción del manuscrito. Es una lectura por demás interesante, ya que menciona aspectos del libro que parecen obvios y a la vez no se toman mucho en cuenta. Esto es la corrección del libro.
Esta es algo muy importante en la edición, porque se le da perfección y uniformidad al manuscrito, el cual, después de esto, pasará a imprimirse y convertirse en libro. El texto se tiene que pulir para que el tipógrafo lo tome y lo imprima. Lo malo es que en ocasiones el autor se niega a que lo corrijan… y esto genera una serie de famosas disputas entre editor y autor.
Es necesario aclarar algo: el corrector de estilo se encarga de casi todo mientras el editor se ocupa de otros asuntos. En este punto el corrector de estilo –el cual no sólo mejora libros sino también revistas y en ocasiones hasta panfletos- es quien comienza a revisar aspectos muy importantes en el contenido de un libro, y esto se debe de entender como legibilidad, puntuación, verificación de fuentes y demás.
Por ejemplo: Si yo escribo una novela como me viene a la mente, es muy probable que abuse de algunas palabras en mi afán de que se plasmen en el papel y evitar que se disipen. Lo que debe hacer el corrector es analizar mi contenido para que vea qué se le puede hacer a mi texto y para que se lea mejor sin que yo abuse de ciertas palabras que al final resultan ser unas verdaderas molestias…. Como el abuso intencional del “que” en este párrafo. El “queismo” se puede eliminar para mejorar la LEGIBILIDAD (primer criterio).
Ci yo escrivo con las patas y como que la ortografia no es lo mio… ci me como los asentos y ci mi contenido es bueno pero la gramatica es orrorosa… el corrector cambiara mi horrografía a ORTOGRAFIA… haber si puede porque este parrafo lastima la bista.
Hablando más en serio, la PUNTUACIÓN en ocasiones es un gran problema en los autores… a veces pueden abusar de las comas o de los puntos y esto simplemente no se ve bien. Un corrector puede distribuirlas o eliminarlas intentando no alterar el estilo personal o el sentido del texto.
Ahora bien, a veces el cambio de idiomas significa también el cambio de sentidos en la oración. El libro cita a los ingleses los cuales “escriben como hablan”, o a los japoneses con su alfabeto y su doble o triple significación en las palabras. A la –titánica- tarea del correcto en este aspecto se le llama TRANSLITERACIÓN.
Otro aspecto de corrección es el uso de FORMAS ALTERNATIVAS. En la clase di varios ejemplos con capitales europeas y cómo cambian en las sucesivas castellanizaciones. Por ejemplo, es muy improbable que me entiendan si digo “Después de visitar Firenze tomé un vuelo que me dejó en Antwerp y ahí tomé el tren a München”, pero si castellanizo los nombres y los transformo en Florencia, Amberes y Munich, se entienden mucho mejor. Sin embargo, esto depende mucho del criterio del corrector.
Algo en extremo importante en este proceso es verificar los datos que se mencionan en el texto. El no hacerlo puede causar muchos problemas tanto al editor como al autor… de hecho numerosas casas editoriales han cerrado o enfrentado juicios por difamación – o por plagio, como ya ha ocurrido en numerosas ocasiones- en este aspecto. Obviamente no se puede corroborar todo, pero se debe intentar en la medida de lo posible. En ocasiones los datos tienen errores de dedo pero incluso eso puede llevar a una confusión en el lector.
La corrección de estilo es un aspecto extremadamente subjetivo, sobre todo en aspectos de puntuación. La puntuación aparentemente errónea bien puede ser un recurso estilístico del autor y es importante respetarlo siempre que se adapte “a las reglas del buen gusto” como dice el autor del texto. Tarea en extremo difícil, sin duda alguna.
La corrección de estilo se debe dar en un ambiente de calidez con el autor… esto significa que el corrector y el editor deben buscar la amistad del autor para colaborar juntos en la construcción de un buen libro. Y también para que se pueden sentar juntos a ver las pruebas que el tipógrafo les manda, es decir, el paso previo a la impresión del libro.
Además del material de papelería como las tijeras, el pegamento y los lápices, el corrector debe tener un gran bagaje cultural, una excelente ortografía y un dominio de las reglas gramaticales para poder hacer bien su trabajo. También debe tener varios diccionarios y una enciclopedia para usarlos como material de apoyo si le surge alguna duda en el proceso. No es una tarea fácil, pero es gratificante.
En fin, mientras acababa esta entrada estuve escuchando a los White Stripes y su disco Elephant (mi favorito) y entonces se me ocurrió poner un pequeño reproductor de música para que mis lectores disfruten de una humilde y variada selección de las canciones que me gustan. Son sólo 30, luego le iré aumentando un poco más. Podrán notar que mi lista va de Serge Gainsbourg a Dolly Parton pasando por Travis, los Beatles y Audrey Hepburn (ah, Audrey Hepburn… a ver si me da tiempo para dedicarle una entrada). Disfrútenlo y si tienen alguna sugerencia para aumentar la lista, esta será bienvenida.
Por cierto, me faltan sólo 3 entradas, pero las quiero hacer cronológicamente. El problema es que no estuve en la exposición del equipo 6, así que conseguiré los apuntes para poder hacerla. No tardaré, lo prometo.
1 comentario:
Hola Aldo, a mi juicio tu siempre fuiste una persona un tanto atípica aunque tus inclinaciones personales jamás me parecieron objeto de burla ni nada por el estilo.
Ciertamente, la hironía parece acompañarte en todo momento, incluso en los controles de lectura, es muy entretenido leer tus textos.
Pd. La canción que más me gusta de Tori Amos, es Crucify, espero ya la hallas escuchado.
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