Me hubiera gustado que mi mamá recibiera como regalo…

Algo de Yves Saint Laurent. Pero la vanguardia de Stefano Pilati no le parece en absoluto atractiva. Yo le podría llegar con el siguiente atuendo:

… y mi mamá se horrorizaría ante dos cosas: los hombros exagerados y el precio.

Me hubiera gustado regalarle unos zapatos de tacón. Pero mi mamá los dejó hace tiempo y encuentra los stilettos de 13 cm como una aberración por imprácticos, incómodos y dolorosos. ¿Y saben qué? Tiene razón

 

Me hubiera gustado regalarle esta réplica exacta de este vestido de Diane Von Furstenberg:

…pero no tuve el dinero a tiempo. Y cuando vio el modelo, lo encontró poco convencente con ese cuello (mi mamá es un poco especial con eso de la ropa. Pregunten de dónde salí yo tan picky) . Y además, decía, quiere uno especial para cuando me titule. Gulp.

Me hubiera gustado regalarle este bolso Chloé. A mi mamá le encanta lo que Hannah McGibbon está haciendo en Chloé, por lo que un bolso como este sería ideal.

Pero para conseguirlo, hubiera tenido que vender algunas cosas y básicamente ir a pie a todos lados de aquí a Septiembre (no, chicos, no creo en la bondad de las tarjetas de crédito). Mi mamá lo acaba de ver y lo aprobó pero, como enemiga de la ostentación me dijo: “Es una tentación para que te asalten o te lo arrebaten en cualquier lado”. Muy cierto.

Por eso, lo pensé bien y le regalaré un esmalte de uñas de Chanel. Si tan sólo la envoltura invita a que unas manos ansiosas la deshagan y revele lo que está adentro:

Comprando el regalo reaprendí que lo mejor es darle un detallito como éste, que no desfalque al remitente y que alegre a la destinataria. Porque eso de regalar electrodomésticos a las madres es un poco… insultante, ¿no? Más bien, algo que les haga sentirse más elegantes cada día.

Rouge Noir. Ojalá le guste.

 

ACTUALIZACIÓN: Ya se lo di. Y se fascinó con sólo ver la envoltura. El color le encantó.

Ahora, como soy un cursi, va una canción para la festejada: