Es 1975. La crisis de los combustibles ha convertido en una pesadilla la vida de los clasemedieros y algunos ricos incautos alrededor del mundo. La generación grungera (o la que bailaría a ritmo de dance en los 90) está en el vientre de sus madres. Los punks asoman tímidamente sus cabezas en Piccadilly Circus; David Bowie es el rey en el universo del rock (los Carpenters son los reyes del Pop) y Madonna sigue viendo la televisión en casa pues es aún una adolescente como cualquier otra. Nadie baila disco aún.
En el aspecto de la moda, todos usan pantalones acampanados, el poliéster es la locura, así como los jumpsuits y los tops halter. Las estrellas son, en Europa, Yves Saint Laurent y en América, Halston. Coco Chanel está recién muerta, Balenciaga también y a la gente le importa verse más bien práctica y elegante que exageradamente elegante.
Existe, sin embargo ,un grupo de personas jóvenes y despreocupadas. Nietos de los Getty y los Agnelli, se pasean por el mundo buscando algo nuevo. Personas a los que no les impresiona la televisión a color porque es algo tan de la década pasada y no mueren por una mirada de Catherine Deneuve porque cenaron con ella hace un mes.
No son artistas ni cantantes ni nada. Solo son personas bendecidas genéticamente que se llevan bien y buscan divertirse. Los chicos se visten de camisas Lacoste de un rosa muy aristocrático combinados con esas sandalias que compraron la otra vez que vacacionaron con el embajador de Colombia. Las chicas se ponen una chaqueta de tweed sobre un top de bikini y unos jeans cualesquiera.
Por ahora se han ido a refugiar a un pueblo pesquero con miras a expandirse como centro turístico. Brigitte (Bardot, ¿hay otra?) les mencionó la otra ocasión que iba a ese pueblito a refugiarse de los paparazzi. El sol está bueno y las playas muy tranquilas. Pueden, si el clima lo permite, quitarse el sostén y broncearse por completo, en las costas de St Tropez.
En este universo se mueve Karl Lagerfeld, que en ese entonces sólo diseñaba para Fendi y Chloé y era, básicamente, una promesa del diseño. Nadie sabía que en algún momento se iba a volver un monstruo sagrado y todos los libros de historia de la moda lo iban a mencionar por su obra en Chanel.
Karl Lagerfeld regresa a los setenta con la colección Resort de Chanel. Pueden creer que es una colección muy ordinaria. Quizá después del drama veneciano del año pasado y del tan comentado iceberg de este otoño lo sea, pero no por eso deja de tener encanto. A mí me gusta y mucho.
El secreto de Chanel es que sabe a dónde dirigirse, y puede tener varios objetivos simultáneos. Se lanza hacia las señoras de edad pero también hacia las voguettes. Se lanza a las personas que viven en un miniapartamento y tienen dos trabajos para pagarse un 2.55 y para las que compras treinta de un sólo jalón. Y tanto los fans de Romy Schneider como los de Lindsay Lohan ambicionan algo de Chanel.
Como en Chanel hay de todo, entonces las colecciones son variadas y tienen prendas frescas y relajadas o conservadoras y elegantes dentro de un contexto diferente. En primavera vimos microfaldas, zuecos y chaquetas bien cortadas. En invierno habían abrigos de piel falsa y pantalones de Yeti. Ahora vemos jumpsuits ligeramente aseñorados y bikinis usados como tops.
No es una colección histórica ni mucho menos pero está bien. Es fresca y perfecta para ir a la playa a descansar. Y es que ese es otro problema, chicos: muchas colecciones Resort se ven fuera de lugar en la playa o en las albercas. Con las prendas de esta colección se pueden subir al avión, meterse al mar y aparecerse por un coctel.
Hasta la ropa de hombre es de lo más adecuado para vacacionar. No es aburrida (y sí, hay algunas prendas feas) y con un simple cambio de zapatos todo mejora para bien. Si en vez de las sandalias ponemos unos mocasines, podemos ir a cenar sin que nos corran por faltar a la etiqueta.
Quizá no sea la colección más creativa de Karl Lagerfeld, pero sí les garantizará éxito entre la clientela de todo tipo. ¿Qué opinan?
8 comentarios:
Estoy haciendo conteo de looks, por el momento van mas los que no me gustan, que los que me gustan, lo que le voy a dar crédito al tío Karl es que da ideas para los hombres de ropa para vacacionar por que no pienso pagar los miles en unos jeans con una camisa holgada, en fin, tiene cosas buenas y cosas malas, como cualquier colección de cualquier marca, pero como la moda es meramente cuestión de gustos, pues no vale la pena debatir si es mejor o no que otras...
Saludos! (n_n)
la verdad habia visto muchas fotos y sinceramente nada me sorprendio
la paleta de colores no me gusto ni ciertos pantalones
pero tu elegiste las mejores prendas, o al menos, las k mas me han gustado a mi
me retracto, las camisas con flores en tonos pálidos de la colección Crucero 2011 de Chanel. kind of like me
a mi si me gusta, y muchísimo. es ropa bonita y es chanel. qué mas se puede pedir.
o quizá es mi corazón hippie pero fresa.
en todo caso, tu post es una joya.
Tu post es una joya, ya lo dijeron. La séptima me encantó, la bolsa más que nada. Felicidades.
Hasta se antoja volver a Saint-Tropez (¿¡Pero si yo nunca he estado en Saint Tropez?!)
Post encantador, plasmas excelentemente el espíritu relajadamente lujoso y exclusivo de Chanel Cruise 2010/2011.
Saludos, Aldonauta.
Te descubrí por Twitter y me ha maravillado tu blog =) se nota que sabes mucho de Moda.. y, además, has puesto justo mis outfits preferidos de esta colección de Chanel.
La gama de colores me encanta, y el espíritu relajado del desfile en general.
La verdad es que las prendas de Chanel no suelen ajustarse a mi estilo personal, pero eso no quite para que me gusten jeje.
Te añado ya mismo a mi blogroll,
1besazo
PD: por si te interesa, mi twitter es http://twitter.com/RaquelTG
geniales tus posts aldo!
ya extrañaba leerte :)
pero la buena noticia es queya tengo vida de nuevo :)
felicidades por tu cumple, atrasados! pero mas vale tarde que nunca no?
besos :P
Como siempre, me encantó tu post y todo lo que dijiste sobre el contexto de la colección. A mi me gustó mucho la mayoría de los diseños, lástima que no pueda decir por qué con tanta claridad como tú. Fantástico post.
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