Tengo qué finalizar. Definitivamente la constancia no es lo mío y ya debo romper con eso porque da una pésima imagen. Por eso mismo me dedicaré a terminar este compendio de las exposiciones con el último capítulo: promoción de un libro.
Hemos llegado al final, es algo relativamente fácil después de la selección, corrección, diseño, impresión y venta de un libro. El promocionarlo es el último peldaño en la escalera… y a veces significa un tropiezo que puede arruinar todo. Usualmente el libro se promociona a niveles muy bajos y encuentra un éxito moderado (si es de una editorial pequeña o mediana). Otras veces la editorial es un monstruo corporativo y la campaña de publicidad de un libro es tremenda, logrando que este se vuelva un éxito de ventas.
Existen dos tipos de promoción del libro: la difusión y el ‘Anhelo’. La difusión es… el hecho de que yo autor vaya a programas de radio y TV a presentar mi libro y tener una agradable conversación con el conductor. La gente a lo mejor se interesa y lo compra o a lo mejor no.
El ‘Anhelo’ es algo más sofisticado: mediante muchas estrategias se debe crear la necesidad de comprar el libro. Esto se hace mediante el morbo… o mediante una sofisticada campaña de relaciones públicas mediante la cual se llega indirectamente al público pero con la misma intensidad.
A veces las campañas deben ser extremadamente modestas porque los presupuestos no alcanzan. Generalmente la campaña constituye el 10% de las ventas esperadas en la primera edición y no todos los libros se venden maravillosamente una vez salidos. Lo que se suele hacer es ir midiendo los gastos hasta ver resultados.
Los elementos promocionales son el forro (el cual debe ser muy atractivo para que seduzca al posible lector… aunque en concordancia con el tema del libro), el cual debe contener información del autor, alguna opinión y una reseña minúscula.
El siguiente consiste en los ejemplares de obsequio para reseñas, estos se deben apartar del tiraje y eliminarlos del cálculo de ingresos con anticipación. Se deben ir mandando a periódicos, revistas y columnistas de los temas en cuestión. Por tanto, no voy a mandar un libro sobre performance y demás manifestaciones del arte contemporáneo a Ricardo Rocha o cualquier otro columnista político. Perdería un ejemplar muy valioso en una acción infructuosa.
El tercer elemento promocional se llama presentación. Esta es una forma de publicidad exitosa… que generalmente no cuesta. Los líderes de opinión leerán el libro, lo evaluarán y lo difundirán. Esta estrategia se suele contemplar dentro de las campañas de Relaciones Públicas para libros.
El cuarto elemento se llama anuncios para libreros. Estos se presentan en la forma de boletines, catálogos y demás cosas que salen dos veces al año.
El quinto es el agente de ventas, él promueve y vende (¿a poco?), evalúa el terreno de la librería y sugiere lugares donde se pueda poner la publicidad, gestiona posibles presentaciones del autor, discute con el librero futuras ofertas y ofrece colaboraciones promocionales.
El sexto y último es el establecimiento de espacios publicitarios, los cuales se suelen dar por agencias aunque a veces las editoriales tienen sus propias oficinas de publicidad. Para este paso en particular se necesita mucho colmillo, ya que no sólo se trata de encontrar espacios en revistas y libros sino despertar el interés del público, en algunos casos mortalmente adormecido. Algunos publicistas logran establecer convenios con medios y así se unen para vender libros más rápido (un ejemplo de esto es la promoción que sacó Milenio con el aniversario de Don Quijote).
Otro publicistas son más de la vieja escuela y siguen mandando publicidad por correo a antiguos clientes, instituciones, suscriptores y demás. Otros se siguen manejando mediante cupones de descuento, lo cual no siempre gusta a las librerías porque los hacen perder dinero.
Algunos venden libros a crédito aunque esa estrategia es más de países como España e Inglaterra. Por último, algunos se van por la radio o televisión, concursos, libros por conjunto, extractos publicados en revistas (desde TV Notas hasta Vanity Fair hacen eso), premios, anuncios, exposiciones de varios títulos (conviene más), boletines de prensa, entre muchas otras artimañazas para sacar a un libro adelante.
He terminado. Por fin. Ahora que he finalizado cumpliré mi promesa: prometí que si no encontraba el cover de Happiness Is A Warm Gun lo iba a subir yo mismo. Pues bien, lo subí y es el tema que escucharán primero en mi reproductor. No he encontrado el video en YouTube por desgracia, pero en cuanto pueda lo subiré yo mismo también. Escúchenla (la canción) y compárenla con la original de los Beatles (venía en el primer disco del Álbum Blanco, el cual ya cumple 40 años este 2008). Son muy diferentes y cada una tiene su estilo propio. Pues bien, no sé si seguiré con este blog, todo depende del tiempo y de qué tal puedo orientarme. ¿Creen que valga la pena? Tal vez….
Bueno, por lo menos esta será la última entrada académica. Creo. Espero que les haya gustado y con esto llegamos al final de la etapa académica de lo blog. Hasta la próxima entrada
1 comentario:
Vale la pena seguir bro, lo importante es que no se te seque el cerebro de tanta información ja.
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