Pruébame: Eucerin Silver Shave

Esta es una nueva sección en la que podría bien ser catalogada como un método de ensayo y error para descubrir si tal o cual producto sirve.  No es un secreto que, de un tiempo para acá algunas marcas nos han buscado para que difundamos sus productos. Es un debate ya viejo pero creo que no se puede hacer si no se está convencido de su efectividad.

Creo firmemente en la idea de que, antes de recomendar un producto, debo probarlo conmigo. Obviamente, viendo el giro de este blog, algunas de las cosas que reseñaré serán observaciones de personas cercanas a mí, pero por ahora decidí empezar por algo que haya probado. De hecho, esta idea no es original: otros bloggers lo han hecho y yo planeaba integrarla a una sección de belleza en mi proyecto (fallido) del año pasado, pero sucedió de todo y se quedó en el tintero. En fin.

Eucerin Silver Shave promete ayudar a pieles sensibles para evitar la irritación y la proliferación de bacterias después del rasurado. En el producto han incluido iones de plata y Licochalcona A, un extracto natural que evita la irritación y la deshidratación de la piel. Es decir: la solución perfecta para quien tiene una piel delicada pero necesita rasurarse constantemente.

Este producto es más especializado, así que decidí darle un tiempo más largo de prueba. Esa recomendación, cortesía de una cierta blogger experta en belleza, me sirvió para ver los resultados a largo plazo. Debo decir que se mantuvieron estables durante todo un año de sol, lluvia, frío y viento.

Bien, vamos entonces con las generalidades

Producto(s)

-Gel de rasurado

-Bálsamo Aftershaver

-Hidratante Deep Moisture

Periodo de prueba

Un año

Problema

El rasurado nunca ha sido un problema para mí. Lo que me causa molestias es la sucesión de pelos enterrados que me brotaban uno o dos días después de pasarme la navaja y se convertían en brotes enormes y rojos. Mi piel también es relativamente sensible, por lo que algunas cremas para afeitar que encuentran en el supermercado me han causado irritación y comezón en el momento.

Lo bueno: Noté el cambio casi de inmediato. Después de la segunda rasurada, los pelos enterrados empezaron a ceder y, al día de hoy, casi no me han salido. Para serles sinceros, en todo este año, he tenido ese problema sólo un par de veces.

El bálsamo after shave es uno de los mejores que he probado. En principio, no arde, algo que se agradece mucho en estos productos. Luego, tiene una textura en crema que resulta muy agradable en particular si se han cortado o si su piel es sensible. Casi no me corto al rasurarme pero, cuando ha sucedido, este bálsamo ha calmado las molestias casi al instante. Mis brotes desaparecieron casi en su totalidad.

Lo malo: Los productos dosifican demasiado, en particular la espuma. Esto puede ser un poco incómodo a veces. Yo lo solucioné separando la espuma de una sola dosis y utilizarla en las áreas que me hacían falta. Con una sola aplicación me alcanza para la cara y el cuello. Me dijeron que cada envase alcanza para tres o cuatro meses, pero a mí me han rendido a pesar del problema en la dosificación.

El hidratante Deep Moisture me resultó sólo como base para una crema más fuerte. Mi piel es muy seca y, a pesar de que la dejó suave, el efecto duraba poco más de media hora. Sin embargo, en las partes grasas de mi cara sí tuvo un buen resultado: se absorbió rápido, no tapaba mis poros y dejaba una sensación de suavidad parecida a la de las áreas secas.

El precio puede también parecerles algo espinoso (todos los productos rondan los 200 pesos) pero creo que es más cuestión de calidad y de solución a un problema específico. Sí lo compraría.

Lo feo: En realidad no encontré nada para calificarlo como tal.

A quién le servirá este producto: A personas con la combinación mucha barba-piel sensible.

Algo así, quizá. Foto de Eric Springer

Dónde lo pueden encontrar: farmacias grandes (lo tienen en las sucursales de San Pablo que he visitado) y en locales especializados en dermatología. A la fecha no lo he visto en ningún supermercado.

Recomendaciones extra

-Preparen la piel: Lo ideal es afeitarse después del baño. Si no pueden, humedezcan la barba con un poco de agua caliente (a una temperatura soportable, claro) y procedan

-Cambien el rastrillo cada 6 semanas. A lo mucho, dos meses. Si usan rasuradora, limpien los cabezales con frecuencia

-Limpien el equipo que usen después de cada afeitada. En el caso del rastrillo, háganlo con agua caliente, para evitar la proliferación de bacterias

-No olviden humectar la piel después del rasurado y enjuagarse con agua fría, para cerrar los poro

-Si su problema es grave, vayan al doctor.