El diseñador Saint Laurent no sabía que, a partir de su breve estadía en Dior se iba a crear todo un culto alrededor de él. Inteligente, talentoso y visionario, dio vuelta a la moda al mezclar una sólida base histórica con una experimentación pocas veces vista.
Saint Laurent creaba prendas atrevidas que se podían usar en los salones y fascinaban a todos. Él, a la vez, fue el estandarte de los diseñadores jóvenes que pasaron a sustituir a los monstruos sagrados en el París de los 60. Poco a poco Chanel, Balenciaga y Jacques Fath se iban retirando o muriendo, mientras que Valentino, Lagerfeld y Ungaro los iban sustituyendo. De todos ellos Saint Laurent fue, quizá, el que mejor se adaptó a la modernidad.
Pero nada es para siempre. En los 90 le fue arrebatada su línea de Ready-to-wear y posteriormente fue casi forzado a cerrar la de alta costura en un momento poco favorable para esta forma de arte. Sin embargo, su mito sigue influenciando a editores, estilistas y diseñadores, los cuales los siguen considerando un genio. ¿Quién más se habría atrevido a presentar modelos de raza negra en sus desfiles? ¿Quién más daría el gran empujón a la igualdad de los sexos con el traje de pantalón? Nadie.
Stefano Pilati no podría ser llamado aún el nuevo Yves Saint Laurent pero comparte algunas características con él. Es uno de los diseñadores que encabezan la ola de nuevos talentos dispuestos a relevar a los demás (le acompañan en su viaje Alexander McQueen, Nicolas Ghesquière y Olivier Theyskiens, estos dos últimos a cargo de dos grandes casas con un segundo aire: Balenciaga y Nina Ricci) y por si eso fuera poco, el talentoso italiano ha logrado fusionar prendas clásicas, propositivas y codiciadas en sus colecciones, algo que es muy difícil en estos ‘posmodernos’ tiempos donde, según algunos pesimistas, todo está inventado y visto.
Pilati es el tercero en suceder a Saint Laurent. El primero en hacerlo fue Alber Elbaz, el cual balanceó perfectamente sus propuestas con el estilo YSL, empapando de modernidad a la firma y ganándose la estimación de un Yves Saint Laurent que al principio le vio con recelo. Sin embargo, Elbaz pasó a revolucionar otra gran casa en agonía: Lanvin, la cual se ha elevado a un estatus que no había alcanzado en décadas bajo su tutela. Tom Ford le sustituyó en 2001 y se fue cuatro años después.
Muchos dicen que Tom Ford tuvo que acelerar su salida de YSL (cuyo nombre correcto es en realidad Yves Saint Laurent Rive Gauche) porque nunca logró comprender el espíritu de la casa. Eso es totalmente cierto. El estilo de Ford era sensual, cuasi pornográfico para algunos. Proponía una femineidad agresiva, en la cual la distinción era mayor mientras más abajo estuviera el escote o más arriba la abertura de la falda.
Este estilo aterró y escandalizó a Saint Laurent, acostumbrado a tratar con señoras de la alta sociedad elegantes y discretas. Un cambio como este trajo nuevos clientes y espantó a los viejos. Y para desgracia de Ford, ese estilo descarado no podía durar mucho.
Pilati logró tener el apoyo del maestro desde la primera vez. Y es que sus diseños, aunque impactantes, buscaban que se fundieran – por cursi que suene- con el cuerpo y alma de la mujer. No sólo la hacían resaltar en una sala llena de gente, también se solían adaptar a un tipo de mujer inteligente y decidida (Julianne Moore y Tilda Swinton, dos talentosas e icónicas actrices, son el mejor ejemplo de esto) que obedecía sus propias reglas de estilo.
Ir a un desfile de YSL es un gran suceso. Pilati ha logrado sorprender ya sea por los materiales (en otoño 2006 usó armaduras de metal debajo de cómodos abrigos), la silueta, o la vertiginosa altura de estos zapatos. Quizá sea buen momento para detenerse a hablar del nuevo zapato YSL.
El zapato, durante la era de Ford era, usualmente, una sandalia que prolongaba el erotismo de sus prendas. Un producto relativamente simple. Cuando Pilati apareció en escena comenzó a revolucionar la firma de pies a cabeza, literalmente. Y ahora, 3 años después, vemos un zapato-escultura, un artefacto que cambia de forma y de material, un accesorio que, aunque poco funcional, es un objeto deseado por miles de mujeres que quieren darle un toque únicos a su caminar con esas creaciones.
En fin. Uno sale del desfile de YSL sorprendido. Y esta vez no fue la excepción.
Mientras que todos esperaban la continuación del delirio del otoño pasado (caracterizado por el intenso uso del gris y una silueta geométrica y futurista) se toparon con una gran sorpresa. Yves Saint Laurent presentaba ropa simple en colores básicos para esta temporada. Pilati no jugaba mucho con la silueta (eso sí, los zapatos levantaron comentarios como siempre), simplemente hacía conjuntos poco arriesgados. Esa fue su sorpresa y no todos la tomaron a bien. ¿Le habría dado pereza? ¿Estaba asustado por la crisis? ¿Sus jefes le habían reprimido por sus anteriores colecciones?
Es muy probable que no sea nada de eso. Más bien, Pilati quiso mostrar un poco de respeto por el reciente fallecimiento de Yves Saint Laurent, el cual murió hace unos meses tras una larga enfermedad. Una colección minimalista en los delirios de la casa es un signo de respeto, el equivalente a un minuto de silencio por la memoria del último gran ícono de la alta costura.
PD: Como la percepción cambia en un desfile visto en video, pude darme cuenta que Pilati no ha dejado de experimentar. Esta vez presentó la falda pantalón. Este hombre es un genio.
No sabemos si la gente entienda esa intención. Tampoco si Pilati encuentre divertido este estilo y lo repita para las siguientes colecciones. Lo que sí es cierto es que este minuto de silencio, aunado con la situación mundial, causará más impacto del imaginado. Y tal vez se prolongue.
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Now playing: Michel Gaubert - Yves Saint Laurent Automne Hivier 2008 (LCD Soundsystem)
via FoxyTunes
2 comentarios:
La campaña de la temporada es la de Claudia.
¿De verdad? ¿La de la Y de Hollywood? ¡Cuéntamelo todo!
Un beso, gracias por pasar
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