Él es Dries Van Noten, y hasta hace muy poco tiempo, su nombre sólo significaba algo para un par de nostálgicos. Van Noten no era nadie en un mundo que le había olvidado durante una década. Los 90 borraron gran parte de su legado, así como el de algunos otros que salieron de una escuela de diseño dispuestos a comerse al mundo. Ahora sólo él, Dirk Bikkembergs y Ann nombre impronunciable Demeulemeester sobreviven.
Como una liga de superhéroes olvidados, los Antwerp Six viven casi exclusivamente de recuerdos. Ellos y Martin Margiela (excluido de la liga hasta el último momento) comenzaron en Antwerp, Bélgica, recién empezados los 80. Simultáneamente crearon ropa posible, imposible y comercial, innovando la moda. Posteriormente el barroquismo ochentero les permitió ser un contrapeso. No eran minimalistas ni maximalistas. Eran ellos mismos, diseñadores que deseaban presentar su ropa y tener una dosis de anonimidad. Pronto tuvieron toda una escuela deseando imitarlos tanto en el colegio, como en la calle y el estudio.
Y esa escuela los traicionó. En los 90, fueron relegados poco a poco al olvido por una época hambrienta de austeridad consumista. Contradictorio, ¿eh?
Y Van Noten decidió enfrentar sus problemas hibernando. Como los grandes, sabía esperar. Y creía inteligentemente que se iban a acordar de él en otra época. Y así fue. La siguiente década marcó su retorno y su estilo indie y anónimo que tantos fans ha ganado.
Dries Van Noten que no es el muchacho soñador que la escuela de Antwerp conoció. Es más inteligente y maduro, aunque sigue diseñando igual. Su inteligencia radica en crear prendas que puedan verse en el salón, la oficina, la calle y la casa. El representa el espíritu del prêt-à-porter y lo acentúa al negarse a crear Alta Costura.
Como muchos, ha vivido uno de sus momentos estelares la lado de una celebridad, esa hada madrina que transforma una marca en un objeto del deseo. Cate Blanchett se aburrió de usar Armani una y otra vez y recurrió a Van Noten para ir a los Oscars y verse encantadora al mismo tiempo. Si a eso añadimos el interés de ciertas figuras públicas por sus prendas, podemos encontrar el porqué de su revival.
Al diseñador belga le agrada mucho dar un toque étnico y colorido a sus diseños, evitando así el minimalismo noventero de sus compatriotas. Esta primavera añadió el color a las propuestas que no se verían mal en una mujer caminando por la calle (y tal vez mejorarían con la ayuda de unos cuantos accesorios). Esta gran idea y el uso de cortes libres evita que sus diseños se guarden en el fondo de un closet para toda la vida. Porque el vestido de Cate Blanchett tiene un toque atemporal, al igual que muchas prendas de otras colecciones.
Dries Van Noten y su marca han sido revividos por un consumidor inteligente y seguirá vendiendo, aún en estos tiempos aciagos.
(por desgracia no encontré el video de la pasarela)
2 comentarios:
A Dries lo están reivindicando en todas partes, hace unos años casi nadie le prestaba atención y desde que Style lo seleccionó hace un año como una de las mejores colecciones se ha posicionado fuerte. Da igual que Style lo elija o no, Dries mola mucho porque siempre ha hecho lo que ha querido. Esa mezcla suya, esa cosa perfecta entre bohemia, años veinte y sofisticada, muy artística... maravilloso. Siempre cuenta con Marina Pérez y eso me gusta más todavía :)
Un saludo. Y feliz año ;)
Señor Quinquillero:
Sí, al parecer su renaicmiento ha sido de la mano de los medios y sus otras hadas madrinas famosas. Pero sus colecciones son muy bellas, con colores y prendas elegantes y en cierto modo atemporales. Son poco convencionales y eso es maravilloso.
Saljdos y un muy feliz año. Gracias por pasar
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