Me he cortado el pelo a lo Jean Seberg.

Así es. Este estilo no es realmente nuevo en mí porque el verano pasado corté de golpe una racha de traer fleco a lo Franz Ferdinand con este corte. Y es que vi Sin Aliento el día anterior y me fascinó ese corte de pelo. No se asusten, no tengo delirios travestones. Simplemente creo que en el mundo existen peinados que parecen hechos para uno, y sobre todo para cada época de su vida.

Desde que he tenido la libertad sobre mi corte de pelo lo he traído en varios estilos (¿quieren saber cuáles? bueno, lo diré de todas formas): largo -unos 10 cm por debajo del cuello-, copete años 50, a la barbilla, con un intento de mohicana -porque no me atreví a hacérmela-, levantado de las puntas, estilo Beatles Van Al Show De Ed Sullivan... y el omnipresente fleco, parte -desde 2005- de mi estilo ligeramente años 70.

Y ahora mi pelo es realmente corto. Y me encanta. De hecho veo mis fotos con el pelo debajo de las orejas y me pregunto si estaba chiflado o qué. Y es que lo que nos pareció genial en un momento va siendo cubierto por una capa de vergüenza al pasar de los años. En fin, el punto es que me lo cortaron con navaja -lo cual me encanta- y me veo más delgado, más alto y más joven con ese corte de pelo. Y lo pienso conservar hasta que me harte. Ahora hablemos del corte EN Jean Seberg.

Jean hizo esa película en 1960, y para muchos ganó la inmortalidad cinematográfica por haber estelarizado una película que todos los expertos en cine (y unos cuantos snobs) adoran. Les confesaré que sí me gustó y que esa ola de cine realista y hasta cierto punto encantador llamado Nouvelle Vague (y también Nouveau Cinema, para los más puristas) me parece interesante pero no en demasía. Yo creo que es porque son corrientes cinematográficas aparentemente simples, pero mucha gente estúpida que quiere hacerse pasar por culta habla de ellas y no las comprende realmente. Según los verdaderos especialistas, estos cineastas franceses hicieron sus obras impulsivamente y entonces tienen una narrativa compleja y unas tomas difíciles de explicar. Por eso creo que son buenas pero no me lanzo a hablar de ellas.

El punto es que Seberg ganó mucha notoriedad y su corte de pelo impactó en una época anterior a la libertad de los 60 y posterior a esa rigidez del peinado tan clásica de los 50. Con su pelo casi pegado al cráneo (el cual dejó crecer para otros filmes) creó una alternativa más en la historia de los cortes de pelo. Por cierto que la ausencia de pelo la hacía ver más bonita y creo que por eso se puso de moda este corte, con unas ligeras adaptaciones, en los años 90.

Además de todo me encantó el hecho de que una mujer trajera el pelo cortado como hombre en una época tan 'femenina' como fueron los últimos años de los 50. Y aunque Audrey Hepburn se lo cortó igual en 1952, seguía viéndose como una hermosa mujer con el pelo corto. Seberg -y más tarde Mia Farrow- se veía como un chico adolescente. Y sabemos que en los 20 se cortaron el pelo también, pero nunca llegaron tan lejos. Y está bien, es fresco y andrógino. Y me va bien. Y me encanta.