Sí, es cierto, a veces un movimiento puede tener una respuesta contraria en alguien. Y a pesar de esto puede ser original. Por supuesto, Londres no es la excepción
Jasper Conran, un diseñador con una larga historia en la moda británica (comenzó a finales de los 70) decidió no aventurarse y probar lo simple para esta primavera: colores básicos y 'telas ligeras en colores pastel' (ja ja ja...). Las transparencias y telas tan primaverales como el chiffon y la seda imperaron en su colección.
A simple vista no se ve una inspiración muy definida. Mientras que algunas prendas dan un aire de inocencia y suavidad, otras remiten a los lirios (por el uso del blanco) mientras que en otros casos decidió invocar a la vampiresa que toda mujer lleva dentro. Visto desde ese modo, Conran presentó un binomio. El ying y el yang, la virginidad y la lujuria. El blanco, el negro...y el rojo.
En cuanto a los cortes, Conran decepciona. Algunas de sus creaciones son sólo ecos de lo que ya vimos en Nueva York: vestidos que definían o creaban una silueta. Cortes ajustados, faldas redondas a lo Grace Kelly en su momento más 'niña buena'. Y tal vez uno que otro diseño amorfo, basado en su totalidad en los mantones de Manila. Eso sí, la calidad es irreprochable: aunque algunas telas dejan qué desear, la ropa de Conran no está mal hecha. O al menos no se ve como tal. No es el tipo de ropa de batalla pero sirve perfectamente para asistir a un evento semiformal sin emperifollarse.
Conran es nostálgico. Extraña la época en que las mujeres eran "mujeres", cuando se usaban sombreros y una dama no salía de casa sin pintarse los labios. Extraña el stilo sin complicaciones de mediados de los noventa, la época en que la feminidad era suave y no agresiva o sobreexualizada -cuando la transparencia era candidez y no vulgaridad- y, en menor medida, extraña el boom de Oriente que nos da a todos cada cierto tiempo. ¿Cómo adivinarlo? con sus diseños
Es probable que Jasper Conran sea un diseñador británico por antonomasia, y se agradece que no intente ser quien no es. Pero al no traicionar su esencia queda fuera de lugar -sólo un poco- dentro del panorama londinense. Tal vez un cambio de aire no le haría mal: Nueva York recibiría el estilo Conran y su inteligente combinación de opuestos con los brazos abiertos. Esto, claro, si se decide quitar a los cientos de marcas que se presentan.
Y, aún así, es bueno que de vez en cuando alguien luche contra la corriente porque ellos comienzan las revoluciones. Conran no la comenzará pero al menos presenta una idea de un modo totalmente diferente al acostumbrado en el Londres de hoy.
PD: Jasper Conran debe despedir al DJ que mezcló para su pasarela. Pésimas combinaciones fueron las que escogió. Vean el video y juzguen ustedes mismos.
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