lunes, 1 de septiembre de 2008

tilda swinton


A veces suelo tener mis personajes fetiche. Los conozco, me emociona lo que sea que hagan y los incorporo a mi panteón (es decir, a mi conjunto de divinidades... fetiches, a fin de cuentas.). Esta ocasión pensé en Tilda Swinton.

La primera vez que vi sus fotos (en campañas publicitarias de Las Crónicas de Narnia) pensé que era bellísima. Luego la vi fuera del personaje. Y luego vi Broken Flowers.
Me fui olvidando de ella un poco hasta que reapareció para mí el año pasado. Y de a poco se volvió mi personaje favorito del momento -ha sustituido a Cate Blanchett en mis preferencias-.

Pero, seamos 'objetivos'. ¿Qué tiene Tilda Swinton que la hace diferente y especial? Sabemos que no es muy famosa ni hace berrinche frente a los paparazzi (tampoco les tira besos). No encaja dentro del estereotipo reinante de belleza. Su humor es agresivo para mucha gente. Es más, su acento escocés ni siquiera es melodioso para nuestros americanizados oídos... ¿qué puede tener de atractivo aquella mujercilla extraña?

Ustedes juzguen por sí mismos. Yo daré mis 5 razones por las cuales actualmente adoro a Tilda Swinton.

La primera, naturalmente es su talento. Swinton se ha vuelto versátil desde el inicio de su carrera (sólo le falta hacer comedias románticas para afianzar su adaptabilidad) y si últimamente ha encarnado villanas es porque tiene el talento para hacer una villana creíble. Le creería así interpretara a una señora del mercado (ya hizo de arcángel Gabriel).
La segunda, es su estilo. Swinton simplemente no se puede limitar a usar ultrafemeninos vestiditos bonitos y clásicos de marcas como Chanel. Si va a usar algo, se va a adaptar a ella. Y generalmente es algo que rompe esquemas. Swinton no quiere ser la mujer que usa vestidos de gala escotados, sensuales y girlie. Su originalidad y androginia se ganan mi admiración, en un mundo en el que todos viven de adaptar looks bonitos gracias a su stylist... y sin poner una pizca de creatividad y de sí mismos. De eso se trata el estilo, ¿no?
La tercera, definitivamente es su hábil manejo del humor. El sarcasmo le sienta muy bien, y siempre que puede lo usa, sobre todo con la prensa. Esto, para algunos (un servidor incluido) es un signo de inteligencia.
La cuarta, es el apoyo a las artes. No sólo ha recibido dos doctorados Honoris causa por su contribución al cine británico sino que ha sido artista de performance y organizadora de festivales artísticos en Escocia. Si alguna vez diera una conferencia, iría gustoso (además, me fascina ese acento suyo).
Y la quinta...
Haber tenido los pantalones suficientes para decir que los Oscars le impotan un reverendo cacahuate. Eso la hace el prototipo de anti-estrella perfecta y mi personaje fetiche favorito




*todas las fotos fueron tomadas de http://www.redcarpet-fashionawards.com

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