Luella o el despertar de Inglaterra.

Y bien, ya comenzó por fin la semana de la moda de Londres. En estos días se presentarán, al igual que Nueva York, las propuestas para primavera, como todos saben. Lo que no todos saben es que para esta primavera Londres viene fuerte.

Era muy común hasta hace un par de años que la prensa se pasara de largo las propuestas de Londres. Las casas más inglesas y los diseñadores más talentosos fueron abandonando la capital inglesa hasta dejar algunos diseñadores mediocres y oscuros en las exhibiciones. Burberry, Vivienne Westwood, Alexander McQueen, John Galliano, hasta el novato Gareth Pugh se fueron de Londres porque el panorama no era bueno (no me hagan mucho caso pero me suena mucho a lo que pasa en México).

Lo positivo de esto es que dejaron la cancha abierta para que algunos diseñadores recién egresados -o simplemente emergentes- tomaran el relevo y volvieran a poner a Inglaterra en el mapa. Luella Bartley, Giles Deacon y Christopher Kane, comenzaro a realizar prendas que trajeron la aclamación de la prensa y el asedio de unas celebridades (como Lily Allen, que se volvió clienta de los dos primeros). Y la industria revivió.

Originalmente no iba a reseñar el show de Luella, pero considero que la propuesta de la inglesa es muy interesante.



Sí, la ropa es un poco sosa y sus diseños gritan Inglaterra de los 30 pero la combinación, los colores, los accesorios y el corte clásico/irreverente hacen de Luella una colección relevante. El uso de materiales y prendas tan propias de la Inglaterra del siglo XX como el abrigo de tweed, el gran bolso y el sombrero con redecilla (en inglés se le llama corsage).



Inglesas en un picnic, señoras jóvenes que tienen la clase y la formación aristocrática suficiente como para llevar prendas de sus madres y abuelas pero aderezándolas con ese toque de irreverencia que fascina a la mujer inglesa moderna, esa es la inspiración y la clienta principal de Luella. Es una mujer de carne y hueso, no una estrella inalcanzable de Hollywood, ni una señora rica de Nueva York o París. bien puede ser una inglesa clasemediera que le quiera dar un toque fresco a lo que usa diariamente.



Esa marca inglesa tiene algo que algunos diseñadores neoyorquinos pasan por alto: la irreverencia, el atrevimiento por tomar 'lo clásico' y darle un giro para que, con sus propias bases del buen gusto, grite a los cuatro vientos "¡soy diferente! (y no me da miedo serlo)".



A pesar de esto, la ropa de Luella no apuesta tanto por la ridiculez. De hecho, algunas prendas podrían encontrar el modo de llegar al closet de alguna madre o abuela de la clienta promedio de la marca... o, con mucha suerte, Emma Thompson, Helen Mirren y Maggie Smith pueden usar un abrigo o un bolso para un drama tormentoso ambientado en una mansión en Yorkshire.

Con Luella despierta Inglaterra en la moda. Puede que el despertar no sea violento, pero promete dar mucho de qué hablar