Y ahora, vemos que este mundo se sigue acordando de él. O al menos un diseñador que está entre la frivolidad y la creatividad. Hablamos, por supuesto, de Marc Jacobs -el cual también es diseñador en jefe de Louis Vuitton-.
Si hay algo que tiene Marc Jacobs es que, a diferencia de algunos contemporáneos neoyorquinos, no ha perdido la capacidad de asombro de su público. Es lo suficientemente intenso y creativo como para presentar colecciones al revés o un concierto de Sonic Youth mientras sus modelos desfilan, como lo ha hecho las dos últimas temporadas... ¿y esta?
Esta vez tuvo a YSL en mente todo el tiempo. No pensó en el Saint Laurent del traje femenino, ni el diseñador que en los sesenta hacía vestidos inspirados en Piet Mondrian. Jacobs estuvo pensando concretamente en Saint Laurent, ya consolidado y exitoso a finales de los 70, época en la que maravilló -o escandalizó- al mundo con sus colecciones inspiradas en Rusia.
Sin embargo, hizo lo que es correcto: adaptar a YSL a la actualidad. Las prendas pueden parecer combinaciones algo excéntricas en la pasarela pero por separado funcionan. Este recurso, ampliamente utilizado por Jacobs le da un toque divertido y original a una colección que homenajea a un gran diseñador. Y presentando ya elementos característicos: estampados de amapolas, colores suaves como el durazno y vestidos de noche impactantes.
Es probable que esta colección tenga una intención que no es precisamente homenajear a Saint Laurent. El año pasado pudimos ver que Marc Jacobs, adicto a la cocaína desde hace tiempo, entró a rehabilitación por un colapso nervioso provocado por el estrés y el abuso de drogas. Quizá, como dice el término coloquial, se está "proyectando" en Saint Laurent, aquel diseñador con los nervios sensibles, propenso a entrar en shock casi por cualquier cosa.
También podemos encontrar una conexión política (en la moda las suele haber, pero la gente prefiere tildar a todos los diseñadores de frívolos) en este homenaje. Con las recientes tensiones entre Rusia y Estados Unidos, podría ser posible que regresemos a la época en la que se presentó originalmente la colección rusa de YSL. Un mundo dividido de nuevo como un gran juego de Risk, pero con consecuencias reales, y muy graves. ¿La última colección de Marc Jacobs antes de una nueva Guerra Fría? ¿O el segundo (el primero se insinuó en su colección Resort) de muchos homenajes a Yves Saint Laurent?
*encontré ya el video, lo pongo aquí para que lo disfruten. Tiene un interesantísimo soundtrack: Rapsodia en Azul de George Gershwin.
Parte 1
y parte 2
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